jueves, 16 de junio de 2016

1996 Y siga…siga…siga el baile


Revista El Bataclán. Agosto, 1996
Historias
Y siga…siga…siga el baile
Por Martín Vergara

El ritmo de la vida fue celebrado por todas las sociedades en fiestas que propiciaban el fin de lo antiguo y la novedad de lo que estaba por venir. Muerte y Renacimiento, concepción cíclica de un tiempo que se transforma en carcelero de los instantes. En las fiestas todo toma vida propia; el caos de lo indefinido, donde todos somos una misma cosa en esa barrera invisible entre los seres, las cosas y el tiempo. Pero así como el tiempo devora los momentos también regenera la nueva vida, el florecimiento de los espíritus, la ruptura de lo cotidiano. Justamente en las fiestas griegas en honor a Cronos y en las fiestas romanas a Saturno (el dios latino del tiempo) es que los estudiosos encuentran antecedentes remotos de la fiesta del carnaval.
El tiempo de las fiestas es un tiempo único, sin pasados ni presentes, sin escalas sociales ni culpas que cargar. El dominio del instante y la fuerza suprema de la vida se funden en mascaras, bailes y canciones donde un deseo acariciado a la vida quiebra los Tiempos y Espacios.
-El carnaval tiene relación con la irrupción del Cristianismo-cuenta Iris Gori, investigadora de la Academia Nacional de Bellas Artes de Córdoba-. Y tiene su razón de ser en el periodo que antecedía a la Cuaresma. Durante los cuarenta días  previos a las Pascuas de Resurrección, estaba prohibido comer carne y se suspendían toda clase de festejos. Por eso tuvieron razón de ser las carnestolengas, época en las que el pueblo se entregaba a disfrute de todos los placeres a los que había que renunciar días más tarde. Este tipo de celebración cobró importancia en el periodo medioeval, y se difundieron por toda Europa. Los disfraces, las mascaras y, en especial una burlona actitud hacia las clases dominantes, se transformaron en parte del folklore carnavalero. Es a partir de acá que el mundo occidental y cristiano permite que se puedan dejar libres sentimientos y pasiones, que mascara de por medio, parecieran menos culposas.

Breve reseña del carnaval y la murga porteña
En esta parte del Rio de la Plata, entre prohibiciones e infinitas oleadas inmigratorias, el carnaval fue transformándose desde ser un puro festejo africano hasta mutar a el bombo con platillo que llego con los inmigrantes europeos que en poco tiempo triplicaron la población autóctona. La población negra, entre pestes y guerras por la Independencia. Fue desplazada dando paso a la afluencia de europeos que, afincados y con distintas raíces, dieron origen al carnaval porteño.
Sin embargo, el continuo desaparecer de los negros no impidió que muchas de sus características pasaran a engrosar el patrimonio de las futuras comparsas de blancos, que poco a poco, fueron apoderándose de los festejos del Carnaval. Mientras las prohibiciones iban y venían, un reglamento para comparsas del año 1863 afirmaba que “en el departamento de policía se abrirá un registro en el que se anotara el nombre y apellido y la dirección de cada individuo que solicite usar caretas…”
Recién en el año 1869 se realizo el primer corso oficial y a partir de 1870 se permitieron el uso de carruajes mientras los festejos crecían en forma desmesurada. Hacia fin de siglo había en Buenos Aires 19 corsos y la mezcla de inmigrantes europeos con sus formas propias del Carnaval-interpretando rondallas, Orfeo, etc.- se mezclaban con grupos nativos como La Esquila, El Totoral y La Ramada; para esta época la murga picaresca y el doble sentido eran la temática sobresaliente. Entrando el siglo y con el desmedido crecimiento de Buenos Aires, cada barrio tomo características muy propias y las murgas fueron asumiendo el rol de defensoras del prestigio barrial. Es a partir de la década del 40 que los instrumentos melódicos son desplazados por el bombo con platillo mientras se mantiene la crítica social y lo picaresco. La migración del interior hacia la capital en la mitad del siglo vuelve a alimentar a las murgas hasta darle las características como las que hoy conocemos.

El murguero del Rojas
Coco Romero; Además de ser músico e investigador del carnaval es el murguero incansable y, ante todo, el responsable de esta resurrección que las murgas están teniendo en Buenos Aires ¨Hay algo que se está gestando pero que todavía no tiene cuerpo-afirma-.Lo importante es que se están generando nuevos lugares y se está partiendo con distinta cabeza para hacer murgas. Hoy  hay murgas en las escuelas, centros estudiantes, en la universidad. La idea es que cada murga a su vez funcione como centro cultural”
Hace nueve años Coco Romero comenzó un taller de murgas en el Centro Cultural Ricardo Rojas desde  donde generó infinidad de proyectos y donde salieron varias camadas de  carnavaleros que, a su vez, están formando diversas murgas en barrios.
¿Cómo se produce la apropiación de los blancos del carnaval de los negros y que tiene que ver en esto la Inmigración?
Si nos vamos a fin del siglo pasado no había gran diferencia entre el carnaval porteño y el carnaval uruguayo. En ese momento entre las enfermedades y las guerras, donde los negros eran carnes de cañón, la mayoría de los negros de Buenos Aires muere y se produce la apropiación. En ese momento las familias bien copiaban a los negros, con sus cantos y los bailes, por ejemplo cuando iban a las casa de las chicas bien a cantarles. Pero sin duda el tema más importante es la inmigración europea. Tener  en cuenta que el bombo con platillo es un instrumento árabe que llego con los españoles a América. Aunque años más tarde el bombo se transforme en sinónimo del peronismo es un instrumento venido con la inmigración. Esto trajo aparejado una mezcla de orígenes y distintos festejos que fueron depositados acá. Para los historiadores nuestros la murga es un poco la hija menor del carnaval. Este carnaval europeo de golpe barbarizo y es tomado por las latas y los saltos tipo indios.
¿Hay de parte del porteño de hoy una negación de identidad popular?
Hay una mezcla rara entre prohibiciones, acartonamiento y entre las diversas costumbres del inmigrante. El inmigrante vino con un pedazo de corazón acá y otro allá. Las dudas por el origen y la verticalidad del poder son condimentos fatales en esta parte de América. El carnaval fue prohibido por la última dictadura militar y todavía la democracia. Aunque simbólicamente, no lo derogo. Sin haber desaparecido, los elementos de la murga fueron a parar a otros lugares.
¿El futbol se transformo en la fiesta popular por excelencia?
Durante todo este tiempo el futbol y la murga estuvieron íntimamente ligados. Él futbol es el espacio permitido. Al no haber espacios posibles muchos de los elementos de la murga fueron a parar al futbol. No te olvides de que es una sociedad amordazada se gano un mundial de futbol. Lo que significaría el carnaval bastante está representado en el futbol aunque debe haber celebraciones de carga y encuentro entre la gente donde la familia entera participe.
Hoy se está dando un fenómeno al revés con respecto a las murgas. Desde las clases medias intelectualizadas hacías las bajas. Por que...
La clase media tiene posibilidades de usina. No es muy difícil hacer movidas el tema es para que eso tenes que morfar. Yo te doy el ejemplo de Catalinas que en quince años pudieron generar una movida que tiene cuatro elencos y que es muy importante. El tema nuestro es potenciar la creatividad y tener cierta capacidad organizativa. “la idea es generar combinaciones -Dice Coco-. La esencia del carnaval es la mezcla de todos, la diversidad. Todo el mundo se confunde en la fiesta. Es sin duda. La gran metáfora del encuentro. Las fiestas son espacios comunitarios y necesarios que permiten que el chabón que está en esta monotonía de vida de levantarse a la mañana, lavarse la cara, regular su vida con un horario para ganarse el pan, de repente haga un track y se disfrace de violeta y se vaya a volar con un vaso de vino…”





No hay comentarios:

Publicar un comentario