Quid revista de
Yenny y El Ateneo número 2014 febrero 2008
UNA FIESTA
INTEGRADORA
Del adiós a la
carne deriva la palabra “carnaval”, celebración asociada a la
inversión de lo cotidiano previa a las
penitencias de la cuaresma cristiana ,la creación artística y literaria ha
dejado imágenes y escritos sobre batalla de don CARNAVAL y de doña CUARESMA.
Como se sabe la vieja flaca vence al gordo Carnaval y este retorna
cíclicamente.
Considerada la
fiesta de las fiestas atraviesa los tiempos y llega al territorio americano a
través de la conquista, se transforma, crece y se mantiene hasta la actualidad.
Los estudiosos
citan la autorización a los bailes de máscaras ordenadas por el gobernador
Vertíz a comienzos de 1771.desde entonces el orden establecido reitera sus
quejas y ronda la prohibición sobre el reino efímero del mundo dado vuelta.
La negritud dejaría
sus huellas desde entonces, las distintas naciones aprovechando la posibilidad
de encontrarse en la calle, liberan sus cuerpos y dejan instalada su fuerza en
el folklore del carnaval rioplatense, la población juega con agua en
recipientes de variados tamaños, y vuelan los huevazos de avestruz llenos de
líquidos de distintas clases.
Tronaba el cañón en
época de Rosas para dar comienzo a la fiesta que se convertía en una guerra campal
de vejigas vacunas llenas de aire que golpeaban a los transeúntes.
El primer corso
oficial del carnaval porteño se realiza durante la presidencia de Sarmiento en
1869, devoto de la fiesta (fue nombrado Emperador del carnaval por la comparsa
Los Habitantes de Carapachay), plantea que toda fiesta es educativa.
Durante el reinado
de Momo (deidad alegórica echada del Olimpo de los dioses por criticar) se pone
en escena la historia de nuestra comunidad, la utopía de la igualdad, inversión
de los roles, la parodia, libertad corporal, burla, la diversión, las chanzas.
Conviven los disfraces de los gauchos con distintos tipos traídos por la
inmigración, trajes renacentistas, personajes de la Comedia del Arte y el baile
de mascaras recreado por los románticos reciben entre serpentinas e inocencia
la modernización.
En la actualidad,
en la Argentina prevalecen regiones, las más fuertes pero no las únicas, son
las del Noroeste con la potente tradición andina, el Litoral con influencia afro
brasilera y su camino hacia el carnaval espectáculo, y en el Rio de la Plata
los jóvenes presentes a través de la murga mantienen encendidas las luces del
eterno carnaval, refugiado en la Ciudad autónoma y alrededores en un movimiento
inquieto y buscador de su identidad.
La murga, heredera
actual de las agrupaciones que dieron vida a la fiesta desde la Colonia,
corporiza desde los primeros años del retorno al sistema democrático una re
significación de la celebración prohibida y se perfila como un género artístico
que busca su permanencia y marcha por su vuelta.
La lectura del carnaval
resulta difícil y compleja, en su real dimensión. El extenso territorio
Argentino, la variedad geográfica, con sus formas organizativas no articuladas
a nivel nacional (falta de una política cultural), el decreto 21.329 de 1976,
que prohíbe su aparición en el calendario festivo argentino, son algunas de las
causas que han generado a lo largo de décadas una falta de experiencia festiva,
que no permite la puesta en escena real y consciente.
Siendo el carnaval
la fiesta más integradora de los lenguajes artísticos e identitarios, y que el
pueblo se regala para sí, desde un niño disfrazado de diablito en la Quebrada
de Humahuaca (Jujuy) a un murguero danzando a orillas del Rio Quemquemtreu (Rio
Negro).Apuesto a que se genere en su tiempo y espacio la integración para
celebrar una fiesta única y original.
Es músico e investigador
del carnaval. Grabó seis CD, ha realizado viajes de investigación a Brasil,
México, Bolivia, España, Cuba. Escribió La murga porteña. Historia de un viaje
colectivo. Dirige El Corsito, publicación dedicada al carnaval, producida por
el C.C. Rojas de la UBA.