lunes, 30 de noviembre de 2015

2016. Carnaval de Banderines en el Rojas



CARNAVAL DE BANDERINES
2016 – Cultura Urbana febrero
Para amantes del carnaval: ¡forma parte de la fiesta carnavalesca del Rojas!
Convocatoria Banderines de carnaval en el Rojas*
El Centro Cultural Rector Ricardo Rojas de la Universidad de Buenos Aires les invita a crear banderines para la muestra carnavalesca que tendrá lugar en febrero de 2016, en el marco del carnaval del Rojas.
Consultas: convocatoriaprogramacion@rojas.uba.ar
* Departamento de Cultura urbana: Culturas populares
Asesor Curador del CCRRRojas Idea y dirección Coco Romero
¿Quiénes?
Podrán participar todos aquellos que deseen realizar el diseño de los banderines, artistas plásticos, grabadores, ilustradores, dibujantes pero no es requisito ser especialista. La convocatoria es abierta a la comunidad, a todo el público sin restricción de edad.
Los banderines pueden ser una obra individual o colectiva y ser enviados desde cualquier punto del país.
¿Cómo?
Temática: libre sobre EL CARNAVAL. (El CCRRRojas se reserva la potestad de selección de propuestas).
Soporte: cartulina, cartón, papel, tela, plástico, vinílico.
Técnica: dibujo, pintura, collage, grabado, mixtas.
Formato: triangular
Medidas libre con sugerencia:
El Rojas sugiere, de cara a dar una imagen homogénea a la propuesta expositiva y para poder unificar criterios para el colgado, tanto unas medidas, como la incorporación de una solapa sobrante para facilitar la colocación del hilo para la puesta.
24 cm de ancho en la parte más ancha *33 cm de alto +una sobrante de 4 cm
¿Dónde?
Todos aquellos interesados en participar deberán presentar personalmente, o enviar por correo postal, en un sobre:
1- El/los banderín/es
2- Una hoja con los siguientes datos:
Nombre
DNI
Dirección
Edad
Correo electrónico

La dirección de envío/presentación es:
Centro Cultural Rector Ricardo Rojas
Universidad de Buenos Aires
Oficina de Coordinación Artística
Av. Corrientes 2038
C1045AAP, CABA
El horario de la oficina es de lunes a viernes de 10 a 19hs
¿Cuándo?
Se podrán enviar propuestas desde el lanzamiento de esta convocatoria hasta el 18 de diciembre de 2015 y desde el 1 de febrero al 15 de febrero
Las obras seleccionadas serán expuestas durante el mes de febrero en el Centro Cultural, en el marco del Carnaval del Rojas, con una inauguración festiva en la que se realizarán actividades y performances, acompañados por diversos artistas amigos.
Se publicaran los nombres de los creadores tanto en la web como en la exposición, en el ploteo en el que se indican los artistas invitados a la muestra.
Universidad de Buenos Aires
Centro Cultural Rector Ricardo Rojas
Prensa y Comunicación
Av. Corrientes 2038 - 4953-3556
psimkin@rec.uba.ar/www.rojas.uba.ar
Seguinos en twitter: @rojasonline

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Dibujos Pablo Bolaños

domingo, 29 de noviembre de 2015

2001 El renacer de la alegría murguera. Entrevista de Hernán Scandizzo, La Pampa


El renacer de la alegría murguera
Entrevista realizada por el Periodista Hernán Scandizzo
Caldenia Domingo 28 / 10 / 2001
La Arena       La Pampa
Hace poco más de una década, al aproximarse el verano, el bombo murguero empezaba  a sonar en algún baldío, sociedad de fomento o club e barrio. Eran los pibes que, unos meses antes, se preparaban para el carnaval. Hoy en casi todas las plazas de Buenos Aires y en otras muchas de todo el país ese bombo murguero suena, sin importar la época del año, para la alegría de unos y fastidios de otros. Es que la murga ha gambeteado al carnaval y anda suelta por las calles.
Como Romero, es algo que tiene que ver con todo eso, algo sabe del tema. En 1988 lanzó la propuesta de realizar talleres de murga en el Centro Cultural Rojas, ahí, sobre la Avenida Corrientes, a pocas cuadras de Callao, en el corazón de Buenos Aires. Entonces la murga dejó el barrio y se fue para el entro, con el tiempo volvió pero ya no era la misma. Trece años después de que tiró la piedra, Coco no esconde la mano y habla con Caldenia
-¿Quién es Coco Romero?
- Esencialmente me pongo la palabra músico, porque, es la herramienta con la que de alguna manera entré en la murga. La investigación me acompaña prácticamente desde hace 20 años, de manera autodidacta, pero metódica al fin; y docente. Así que mi oficio anda dentro de la música, la investigación y la docencia.
-¿Te sentís responsable del fenómeno murguero?
-No, porque realmente sería una observación muy pobre de la situación, semejante dispositivo social es un complejo entramado de voluntades.
- Pero de alguna manera la murga necesitó del empuje que se le dió desde talleres como el tuyo.
-Sí, lo necesitó. Cuando nosotros en el 88 largamos  con la idea de taller de murga, había 10 murgas, ahora hay 150. Entonces algo pasó. Y después otras lecturas, que hacen a una cuestión sociológica de la ciudad, por ejemplo, cuando yo era pibe, si tocabas viola eras un raro y si hacías teatro un marica, era un grupo cerrado. Eso fue lo más difícil que se encontró en la estructura de la murga tradicional: amateurismo- fundamentalmente- y bohemia, que circulaba en dos meses concretos y que oficiaba como un espacio de juego de esos muchachos que la pasaban bien en el carnaval.
-¿Cómo reaccionaron las murgas de barrio cuando empezaron los talleres?
-Con misiles. Vos decías talleres de murga, y te decían loco, vos estás del… Éramos como las radios AM y FM, estábamos en otra sintonía. Además en los primeros años hice muchas locuras, como meter a la murga en el teatro (la obra “los indios estaban cabreros” estuvo en escena durante un año98/99- y fue galardonada con cuatro premios ACE). Había murgas que no querían actuar en invierno. Pero con los años se fue poniendo en caja, porque ellos se dieron cuenta que fue un trabajo que nos sirvió a todos. Me parece que esto movilizó y os tipos que la tenían olvidada la recuperaron. En un momento yo decía esta frase: “la murga es como una mina a la que los tipos trataron mal. Apareció un guacho y se la llevó. Ahí dijeron. Ah, está buena la gordita”. A la mina cuando la veían siempre en la casa no le daban bola, pero cuando vieron que se les iba, chau, se pusieron las pilas.
Si el taller no hubiera existido la murga seguiría, solo contribuyó a instalar el fenómeno en otro lado, a estar más a tono con lo que es la murga en el mundo. Porque la murga no es un invento porteño ni es un invento uruguayo, en todo caso tiene una paternidad española.
-¿Qué le cambió esta nueva murga a la tradicional?
-Una de las cosas qué me parece más interesante es que hubo una democratización y salió del patrón de la vereda, aunque esta nuevas estructuras tiene otros problemas. Es decir, en la murga que yo vi cuando tenía 12 años, el capo era uno, si te gustaba bien y si no también. Y ahora me parece más interesante, se establece otro tipo de conexión entre la gente. También la murga empezó a ocupar otros espacios más allá del carnaval. Por ejemplo se las ve en marchas de protesta. Eso ya es como un folklore propio de una cuestión, hay murgas en marchas y hay murga con (Marcelo) Tinelli…
-Pero la sacaron del contexto de los días de carnaval.
-En eso me detendría, no todo lo que trajeron los talleres fue lindo, porque también aparecieron cosas que... ahora cualquiera se pone una levita y es Gardel. Y pierde una especie de ritual que había antes, sencillo, pero ritual al fin.
-¿La murga conserva su esencia herética, de burla?
-Sí, la mantiene, pero lo que ha enamorado a los jóvenes es la danza. El baile hipnotizó y enamoró muchísimo, y no crecieron tanto las otras partes del discurso de la murga: la letra, el vestuario, la gestualidad, la gracia, la simpatía. Es una danza interesante, pero la realidad es que casi obedece a elementos primarios. La  vida transcurre de murga en murga y éste es un diagnóstico que veo constantemente: a los pibes les cuesta horrores valorara estos oros conceptos que son muy fuertes en la murga. Todavía no les termina de caer la ficha de que la murga hace uso de un espacio escénico y que el teatro está ahí, presente. Creo que esos son los años que faltan, pero sobre todo es el amateurismo que no permite el crecimiento.
Los pibes tiene en la mente una cosa que me resulta increíble, y es que valoran lo que pasa en otros lados:” ¡Uy, como cantan los uruguayos! ¡Cómo tocan!”. Pero no se dan cuenta de cómo ha sido esa dinámica. Uruguay es un país dónde hay concursos rigurosísimos, si vos cantas mal, cantas mal, no es que vas ir de malo a decir: “Yo soy capo de la murga, manejo a los pibes…”.
Cuando hago los talleres siempre alguien me dice: “si le sacas eso, le sacas la esencia”. ¿La esencia está en que sigamos tocando el bombo como Tula (bombista del ex presidente Carlos Menem)? ¿En que terminó el Tula? Teniendo una agencia de tocadores de bombo para los mítines políticos. Entonces una cosa es la fantasía y otra la proyección real de la murga, como género artístico, en una ciudad como ésta. Evidentemente se podrá seguir haciendo murga de barrio, para que este todo el mundo contento, pero ubiquémonos: la murga es un género artístico y en muchas partes del mundo se lo desarrolla como tal. Desde una cuestión muy for export como es en el Uruguay o con una fuerte connotación con lo propio, como en Cádiz, donde es un carnaval más sencillo y son laburantes quienes lo disfrutan.
-¿Más allá de todas las falencias que señalas, sin duda la murga es la expresión popular que mayor crecimiento ha tenido en la última década? Crecimiento que no ha tenido el rock, por ejemplo.
-Si, de todas maneras creo que hay como una lógica. En algunos artículos escribí: “el rock y la murga son ríos subterráneos que se tocan”. Así como el joven de clase media conoció a la murga del Uruguay por Jaime Ross cuando uno se acerca al fenómeno se da cuenta de que Jaime no es un murguero, es un músico que metió la murga dentro de su música. Y acá los grupos de rock y de pop, con fuerte llegada a la juventud, le han echado mano a distintos elementos de la murga. Sin darse cuenta de que quizá ese videoclip que era desparramado por todo el país iba planteando semillitas de murga en lugares impensados.
En Tuta Tuta Los Auténtico Decadentes y en Mal bicho de Los fabulosos Cadillac´s echaron mano a la murga, y esto desparramó una parte de ese discurso. Y ahora, cerrando el periplo Los Redondos (su último disco se llama Momo Sampler) en su poética, donde está muy claro el murguero como una entidad social, como algo más abarcativo.
-¿En qué lugar te llamó más la atención que se haya formado una murga?
-En la Patagonia, La murga Franca de Caleta Olivia, en santa Cruz. Me llamó la atención porque sopla un viento que no te deja caminar y los tipos bailan. También hay otra murga interesante en el sur es la Murga Guacha del Río Quemquentreu, de El Bolsón.
Pero bueno, es un ambiente medio especial, es casi lógico que exista una murga ahí.
En general lo que han hecho los medios de comunicación es que todos escuchemos cosas parecidas, y creo que es por eso que en todo centro urbano ha crecido la murga, esencialmente dentro de ese espacio. Después hay muchas experiencias sociales, murgas con chicos sordos, comparsas de gente que está encerrada por problemas de su azotea. Aunque me parece que ya son como cosas que hacen más a la participación y no es exactamente murga. Pero el Momo ha curado a muchísimas personas.
-En una década que se caracterizó por la atomización de la sociedad, las murgas transformaron las plazas en un espacio de encuentro.
-Sí, es llamativo, en todo el país. En la murga, además de la liberación del cuerpo, se dan roles de sociabilidad distintos. Mucha mezcla de gente de distintos palos, de distintos wines, expuestos en un baile de la calle. Y eso me parece que es lo interesante, respecto a recitales donde son guetos, lugares cerrados, oscuros, noche. Además en cualquier plaza puede brotar en un bombo.
-¿El carnaval menemista tuvo algo que ver con el desarrollo de la murga?
-Yo creo que sí en un punto, pero trato de tener un poco de cuidado con eso… Casualmente vi un artículo de Pág. 12 donde hablaban de las Murgas de Chupete, porque la Alianza, antes de subir al poder le dio máquina bárbara a las murgas y todavía no les pagó por su actuación en el carnaval pasado.
Las murgas de la ciudad están bajo el ala del Gobierno de la Ciudad (Autónoma de Buenos Aires) y para mí hay que repensarlo. Porque generan carnavales sin contenido y además se ha roto una dinámica de trabajo, de autogestión.
- Me refería al carnaval menemista, en cuanto a carnaval como tiempo de subversión de valores y significados, al tiempo en que las cosas no son lo que aparentan.
-Sí, y no cambió, el carnaval se instaló como un estado general.


1999 Plegaria para un Momo dormido, enero

8 Enero 1999 Diario la Nación Vía libre
Un corso a contramano Sebastián Espósito
Plegaria para un Momo dormido

Historiador del Carnaval, músico y docente, el Coco Romero hace 15 años que lucha y sufre por el regreso grande de Momo. Desde hace una década coordina los talleres de murga del C. C. Rojas y desde hace cuatro edita periódicamente El Corsito, publicación destinada a hacernos creer que todo el año es Carnaval.

"Lo interesante es que puede haber en torno del Carnaval un movimiento artístico importante -señala Coco Romero-. La convivencia de lo plástico con lo poético, lo musical, lo corporal y lo visual. Todo confluye en el Carnaval. Yo sueño con que los distintos grupos realicen una única marcha por la ciudad, un corso a contramano desde el Bajo hasta Liniers."
Eso de que la alegría no es sólo brasileña está dicho, pero hay que demostrarlo. Para Romero, está o no está, no se puede inventar. "Tampoco se debe hacer una bajada de línea con respecto al feriado, eso es para los políticos. Hoy hay que generar las cosas desde otro lado, para que el fruto caiga por su propio peso. La alegría no viene por decreto, porque, finalmente, cuando es suprimida por decreto, la alegría funciona como una resistencia natural." Con un CD bajo el brazo, Murga vuelo brujo, editado por BMG, Coco Romero prepara en forma independiente el sucesor. 
"Se llama La sopa de Solís y está dedicado al Once. Paralelamente, estoy preparando un videoclip y me estoy apurando para poder salir en Carnaval. El nombre del CD surge en alusión a un grupo de pintores anarquistas que hizo convivir sus pintadas con los afiches de bailanta." Insiste. El Coco no va a descansar hasta que las murgas invadan las calles. "Yo no me como ésa de que la gran fiesta está ausente porque el país es un Carnaval en sí mismo. Hay elementos concretos: no al festejo, no a la igualdad, no a los elementos rituales que han sido su esencia, como la burla al de arriba. Son cosas temidas por el poder de cualquier parte del mundo."

viernes, 27 de noviembre de 2015

2003. Murgas son las de ahora Revista La Nación- Febrero


www.lanacion.com.ar/475038-murgas-son-las-de-ahora
Murgas son las de ahora

En 1990 había diez murgas en todo Buenos Aires. Hoy, doscientas agrupaciones se muestran en los corsos y vuelven a ser una saludable realidad
23 de Febrero de 2003
Los nombres. Eso es lo que primero llama la atención. Un desfile de tomaduras de pelo, de declaración de principios. De los más antiguos, como Los Pegotes de Florida, a los más nuevos, como Los Quitapenas, Los Acalambrados de las Patas, Los Averiados por el Corcho, pasando por los tradicionales, como Los Mocosos de Liniers, Los Preferidos de Villa Urquiza, o los nuevos con inspiración tradicional –Los Apasionados de Lugano– y los vanguardistas pop como Los Colifatos de la Llanura, una murga de General Villegas que inspira sus espectáculos en las obras de Manuel Puig.

En los últimos años, la murga es un fenómeno que no deja de crecer. Después de largas décadas de adormecimiento, el carnaval parece más vivo que nunca: si en los 90 había escasas doce murgas en la ciudad de Buenos Aires, hoy hay más de doscientas y cada vez es más fuerte el movimiento que intenta restituir el feriado a los dos días previos al miércoles de ceniza.

Bebe Lamas es cantante, añoso y dice que nació entre lentejuelas. Pasó por Los Mocosos de Liniers, Los Viciosos de Almagro, Los Envidiados de Palermo y hasta por la modernísima Los Quitapenas.

–Ahora estoy en Los Preferidos de Villa Urquiza. La murga es más porteña que el Obelisco. Antes, la gente trabajaba todo el año para hacerse la ropa. Estábamos seis meses recordando lo que habíamos hecho esos seis días y esperábamos seis meses para hacer los próximos seis días. Después eso pasó.

El taller de la murga Los Apasionados de Lugano funciona en la casa de Carlos Garay y su mujer, dos trabajadores de la salud del hospital Garrahan. Comprometidos con la realidad del barrio en el que viven, Carlos y su mujer decidieron abrir la casa a la comunidad y crear allí una especie de centro cultural sui géneris donde los chicos tuvieran algo mejor que hacer que consumir todo tipo de sustancias, legales e ilegales. De modo que ahora en la casa abierta a toda hora funcionan cursos de boxeo, ajedrez y la murga Los Apasionados de Lugano. Ellos cosen sus trajes, los bordan, los decoran, y así esta tarde de bochornoso verano un enorme muchacho da delicadísimas puntadas enhebrando mostacillas sobre la cara del Che Guevara.

–Acá en el barrio cuando anunciamos que íbamos a hacer un taller de murga los pibitos nos miraban como diciendo se volvieron locos –dice Carlos–, pero para nosotros es una herramienta para demostrar que sin drogas ni alcohol podemos hacer que los pibes hagan ajedrez, boxeo, se diviertan, aprendan y no anden en la calle sin rumbo. Esto es lo contrario de lo que la gente piensa de la murga, que son vagos, drogadictos, juntavagos.

Los Apasionados de Lugano no son nada de eso. Son una gente correctísima, tan respetuosa que, aunque vengan locos de entusiasmo ensayando por la calle, detienen todo retumbar cuando pasan delante de la Escuela Científica Basilio, una congregación religiosa.

–Es que nos pidieron por favor, porque dicen que les espantamos los espíritus –dice Carlos Garay, sin sombra de broma.

La división básica en las murgas es entre murgueros y directores. Los murgueros forman el cuerpo de baile. Los directores han ganado, por bailar mejor o por antigüedad, ese lugar; van cerca de los bombos y son responsables por las coreografías y los ritmos. Abriendo el desfile va el estandarte y detrás, las mascotas, un grupo de chicos escoltado por un director. Después un grupo de banderas, dados enormes de tela y paraguas, que son los emblemas tradicionales de la murga porteña. Esos adornos separan el cuerpo de mascotas del cuerpo de mujeres. Detrás de las mujeres van los bombos, rodeados por los directores, y por último los bailarines. Todos llevan levita, a cual más adornada, y la pasada de una murga dura 45 minutos. Luego del desfile, algunos de los integrantes, entre ellos los tres cantantes, suben al escenario. Una vez allí se hacen la entrada, la crítica y la salida. En la entrada, a través de un recitado, la murga se presenta, cuenta su historia. Después viene el plato fuerte: la crítica, algo así como la declaración de principios de la murga, una canción que puede tener contenido político, social o humorístico, que se canta sobre la música de alguna canción muy en boga, con otra letra. Esa letra puede ser una creación colectiva o la obra de algún letrista. Después de una canción de retirada, el murgón se va con lo que le queda.
Murgas modernas

El Centro Cultural Ricardo Rojas dedica todo este mes y hasta el 8 de marzo una serie de muestras y jornadas reflexivas sobre el carnaval. Muchos dicen que buena parte de este esplendor se debe a un solo nombre, y ese nombre es el de Coco Romero, responsable desde los años 90 del taller de Murgas del Centro Cultural Rojas.

–La murga era la diversión de mi infancia. Yo empecé con Los Mareados de Belgrano. Después la vida me llevó a otros rumbos, hasta que hice un viaje por Salta, donde nací, y vi todo lo que hay allá en cuanto a expresiones populares. Cuando volví a Buenos Aires dije la murga. Y no paré. En 1988 hice un seminario sobre murgas en el Rojas y fue un éxito, pero en ese momento, si había 12 murgas en la ciudad era mucho. Entonces me propuse levantar el taller, y hoy hay no menos de doscientas. Los jóvenes han encontrado una vuelta política o artística o un punto de encuentro en esto. La primera murga que salió del Rojas ya tiene 12 años y fue Los Quitapenas.

Luciana tiene 30 años, Verónica Daián algo más de 20, Tato casi 40. Los tres tienen en común la pasión murguera en general y por Los Quitapenas en particular. Los Quitapenas empezaron a pensar la murga como espectáculo de escenario, aunque aseguran que el arte de este arte popular alcanza su expresión máxima en la calle, con el olor del adoquín bajo la suela saltarina y la gente que mira y mira y aplaude aplaude.

–Eso de que la gente se corra para hacerte lugar es increíble –dice Luciana Vainer–. Es como si esos días la ciudad fuera tuya.





Agrupación humorística La Tristeza de Maruki- Coco Romero


Entrada de la Agrupación Humorística "La Tristeza"
Daniel Maruki

Donde quedaron aquellos carnavales
aquellas jodas que el nono nos contó
nos preguntamos querida concurrencia
los ha morido el tiempo o fue la represión.
Se fueron yendo acusados de insolencia
si se apagaron corridos a traición
no nos rindamos ante la prepotencia
hagamos nuestra el alma del murgón.
Vamo a despertar al viejo Momo
vamo a despertar al carnaval
aunque no nos alcance para un pomo
nos jugamo lo desatamo igual
que no se caiga, que no se caiga
que no se caiga no se caiga nunca más...

Arte urbano: el mural más grande del mundo / El Corsito deja el papel

Arte urbano: el mural más grande del mundo

jueves, 26 de noviembre de 2015

A nuestro director Eduardo Mignogna- Coco Romero


Eduardo Mignogna - Coco Romero
A nuestro director, le duele la cabeza/ porque dicen que tiene el alma de murguero
Lo acusan de inculto, de tragarse la eses/ de atorrante, obsceno y populachero.
A nuestro director le han dicho/ que es vergüenza ser pobre
Ser mujer, discapacitado o viejo/ ser provinciano, gordo, judío
Ateo, homosexual o negro.

A nuestro director le parece/ que quieren que medio mundo
Desprecie a la otra mitad/ los altos y los bajos los pibes a los viejos
La ciudad al campo y el campo a la ciudad.

Y nuestro director se pregunta entonces/ si no será una treta, para que todos
Tengan a quién despreciar y así pensar/ que el enemigo es el que está al lado nuestro
Que su marginación es distinta a nuestra marginalidad.

Será se pregunta y nos preguntamos todos/ dado el dolor de cabeza de nuestro director
Que quieren marginarnos los unos a los otros/ para dividirnos los unos a los otros
Para dividirnos y aplastarnos mejor.

Es una pena entonces tener que darnos cuenta/ que a nuestro director el dolor de cabeza
No se le va a pasar como decíamos antes/ por mas que le conviden con un vaso de cerveza.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Libro Talleres de murga del Rojas. El árbol genealógico en formato PDF

El libro en formato PDF
Talleres de murga del Rojas. El árbol genealógico
Entrá a la web: http://www.rojas.uba.ar/programacion/cultura_urbana.php#

1999. Noches Carnaval en Buenos AireS

La Brillante viernes 3, sábado 4 y domingo 5 de marzo en el Centro Cultural del Sur.
Carnaval 1999...



1999 La Sopa de Solís tema que da título al CD


El video Clip de La sopa de Solís.

Dirección Sandra Wortley, colaboraron: Cristian Castro Rey, Antonio Fernández, Marcelo Haber, Clara Isasmendi, Jano Peñalba, Gerardo Silvatticci y Mariana Wirth. Los autores de la pintura callejera inspiradora fueron el Grupo El Ojo. Foto de mural: Maximiliano Vernazza.                         
Los músicos de “La Brillante”: Alejandro Caraballo, bombo y platillo;  Zelmar Garín, batería y percusión; José Ríos, bajo ; Cristian Merce, trompeta ; Sergio Merce, saxo tenor: Fernando Buena Vida, trombón,  Carlos Campos, guitarra eléctrica.
Murgueros bailarines: Colín, Juan Manuel, Julio Caraballo y Gastón Huertas. 

LA SOPA DE SOLIS Coco Romero
Se viene la tormenta / no sé qué voy hacer/ El gris cubre el Barrio de Once/ Cortejo de los pobres /  que no saben dónde van/ Como hormigas con migas de pan.
Humareda, choripán / largas colas de esperar/ El regreso al otro lado / palomas, prostitutas, / minutas de fondín / jubilados tirando el bochín. /  Franeleos de parejas / provincianos sin hogar/ muchachos de Cliba /  predicante, musicante/ Corbata, amplificador / pandereta, Dios  y el megafón. Kiosqueros en triciclo / latitas, antro chino/ Los pibes aspirando Poxiram / policías y patrullas/ giran en la terminal / mirando lo que no va a cambiar. La sopa de Solís / aficheta de bailanta.
Se viene la tormenta / no sé qué voy hacer/ El gris cubre el Barrio de Once / Cortejo de los pobres /  que no saben dónde van/ Como hormigas con migas de pan. / Magic –Reventón / camas de cartón/ Paredes meadas, tatuadas / en la boca del subte/ con gente alrededor / va repitiendo el pregón (que más da)/ no hay nada que esperar / el último quedará.

 Algo de historia sobre el mural
(…) en la pared un carnaval de símbolos…
La Sopa de Solís fue una pintada callejera realizada en el año 92, en la pared de la calle Bartolomé Mitre frente a la plaza del Once a metros de la entrada a la estación de tren. Fue una performance en el marco de los contra festejos de los 500 años de la conquista, por un grupo de artistas plásticos integrado por Sanjurjo - Sourraville- y Chekher.
El mural fue el anuncio de una gran olla popular de puchero que sirvieron de alimento para pasar la noche en vela. Como antaño, lo hicieron los charrúas con el mismo Solís, en la isla Martín García.
Me llamó la atención que los fijadores de carteles respetaban esa pintura se pegaban afiches sin tocarlo. Camine por esa vereda infinidad de veces, por entonces vivía en el barrio y lo disfrute.
Hasta que un día descubrí, que poco a poco lo iban tapando, le pedí a un amigo que le saque una foto y tome el nombre del mural: La Sopa de Solís como título del nuevo trabajo discográfico.

Escribí y compuse un tema dedicado a la Plaza Miserere, los afiches de bailanta y de los partidos políticos, fueron cubriéndolo casi totalmente; quedo en la pared un carnaval de símbolos, imágenes que se formaban con los papeles desgarrados y superpuestos, caras y máscaras, risas vacías, grafías anónimas sólo quedo visible de la obra un pedazo de cielo.





lunes, 23 de noviembre de 2015

Homenaje al Chato Aguilar Coco Romero y La Brillante con Lito Vitale Canal 13

 https://youtu.be/3VGFGkvBVoM


A ver si te animás Juan Carlos Cáceres

La murga está cantando,
la noche está empezando,
las luces de colores
alegran la ciudad.
La gente se divierte,
olvida sus problemas,
en medio de la crisis
que no da para más.
En unos pocos días
se vuelve hacia el ensueño,
durante muchos años
la murga se calló
y ahora hay muchos pibes
en los barrios ensayando
y así resucitando
aquello que pasó.

La murga està cantando
la noche está empezando
los pitos van marcando
el baile sin igual.
Ahora están contentos
en todos esos barrios
del Parque Avellaneda
a toda la ciudad.
Con un empujoncito
que Jaime les ha dado
cuando los uruguayos
marcaron el compás.
El ritmo fue cambiando
con esos redoblantes
y ahí para adelante
a ver si te animás.

Aquí en París estamos
en medio de la lluvia.
Aquí en París soñamos
como irnos para allá.
Allí en Montevideo
resuenan los candombes,
también en Buenos Aires
renace el carnaval.
Aquí en París estamos
corriendo la coneja,
cagándonos de frío
y sin el carnaval.
Con este cielo triste,
tan gris y tan romántico
a veces es un tango
que nos hace soñar.

La murga...
en unos pocos años
esto va a dar que hablar.
Esta movida viene
con algo amilongueado
el tango, el empedrado
y hasta el rock nacional.
El gran Coco Romero
y todos los muchachos,
la murga “Colifatos”
y “Sacate el almidón”.
Y ahora en los domingos
se escucha en todos lados
el pueblo que ha creado

esta nueva canción.

sábado, 21 de noviembre de 2015

El árbol genealógico de los talleres de murgas del Rojas...

Programa  de cable "de Médicos de Poetas y de Locos, todos tenemos un poco...

Coco Romero y El Centro Murga "Yo lo Vi" / Sobre la Hora - Alberto Asurey

1998 Video; Nariz el murguero video de Gustavo Marangoni. FICHA TECNICA



Video: “Nariz, el murguero” de Gustavo Marangoni. Estrenado en marzo de 1998. Género: Documental. Duración: 40 minuto

“Nariz, el murguero”

A partir de la historia de Eduardo Pérez, “Nariz”, famoso murguero del barrio de Palermo en las décadas del 40 y el 50, se cuenta el desarrollo de la murga porteña. En los años 30 había en Buenos Aires pequeñas murguitas formadas por siete u ocho chicos con bombos de lata y las caras pintadas con corcho quemado, que salían en carnaval por los bares cantando sus coplas a “tirar la manga”. Con el tiempo estas murgas fueron creciendo hasta convertirse en agrupaciones de un centenar de integrantes que se presentaban en los numerosos corsos de la ciudad representando a sus barrios. Es en ese entorno donde Nariz es reconocido como uno de los mejores cantores de críticas. A partir de los sesenta esta forma de festejar el carnaval fue decayendo para los porteños.

En 1976, por un decreto de la dictadura, el carnaval desaparece del calendario. Con el entorno de la democracia la ciudad comienza a recuperar su tradición, resurgiendo algunas de aquellas famosas murgas y naciendo otras nuevas, en los barrios y también en centros culturales, sindicatos, talleres, etc.
Nariz, junto a otros murgueros históricos, es ahora un importante referente para sus continuadores.
“Nariz, el murguero” fue dirigido por Gustavo Marangoni y se filmó entre 1994 y 1997, en forma independiente y sin apoyos oficiales ni privados, con un gran esfuerzo de producción y la participación de cantidad de reconocidos técnicos cinematográficos. En este video participan, además de Nariz, compañeros de aquellas viejas murgas y más de diez agrupaciones que actuaban en aquel período.
Ficha Técnica
Dirección: Gustavo Marangoni
Asesoramiento, investigación y colaboración en guion: Coco Romero
Dirección de Fotografía: Gerardo Silvatici, Eduardo Pinto y María Laura Luczkow
Colaboración en estructura: Patricia Enis
Edición: Patricia Enis, Sergio Zottola, Pipo Bonamino y Gustavo Marangoni
Asistencia de dirección: Clara Isasmendi y Mario Iglesias
Producción: Martín Aguayo, Ana María Mónaco, Sandra Wortley y Pablo Ameijeiras
Cámaras: Eduardo Pinto y Gustavo Marangoni
Escenografía: María Iglesias
Diseño de afiche: Alejandro Bermann
Fotografía Maximiliano Vernazza

Participaron en el video las murgas y murgueros (por orden alfabético)

Los Viciosos de Almagro
Los Herederos de Palermo
Los Mocosos de Liniers (cantor Tarantela)
Atrevidos por Costumbre
Rubén Lamas “El Bebe”: presentador de los textos de Ada Chadrés
Eduardo Pérez “Nariz”
Mariano Ponfil, Cecilia Cabrera e Ivana Chaile murgueros que bailan con Nariz
Rubén Espiño “El Gallego”
Jorge Mancini “Guigue”
Los Cometas de Boedo
Felix Loiácono
Los Quitapenas
Centro murga “Yo lo vi”
Pasión Quemera
José R. Canelo
Los Impacientes de Palermo
Alejandro Caraballo: bombista en el Obelisco
Tete Aguirre bombista de “Los Chiflados de Almagro”
José Slavin: Oso Carolina
Los Reyes del Movimiento
La Redoblona
Acalambrados de las Patas
Envasados en Origen
Malayunta
Traficantes de Matracas
Ana Gerez murguera que pinta a Nariz
Tato Serrano: bombista



Eduardo Pérez (Nariz) y Ana Geréz