Actividades realizadas durante mas de cuatro décadas en torno a la murga y el Carnaval. Producciones artísticas; Actuaciones; Gestión cultural; Investigación; Acciones
domingo, 20 de diciembre de 2015
sábado, 19 de diciembre de 2015
viernes, 11 de diciembre de 2015
martes, 8 de diciembre de 2015
viernes, 4 de diciembre de 2015
Gira y suena La Matraca
Daniel Morgana,Vito Cafici: bajos
Gustavo Lichi, Coco Romero: barítonos
Maxi Sahonero: bombo con platillo
Coco Clavel: guitarra
MANTANTIRURIRULA por Coco Romero y La Matraca
Mantantirulirula
Canción de crítica de la vieja guardia murguera, cantada en la década del 40.
El informante de esta canción fue Eduardo Pérez conocido en el mundo murguero
porteño como Nariz. Aquí una versión del coro "la Matraca" con la Monja matraca
recitando.
lunes, 30 de noviembre de 2015
2016 Carnaval de Banderines en el Rojas
CARNAVAL DE BANDERINES
2016 – Cultura Urbana febrero
Para amantes del carnaval: ¡forma parte de la
fiesta carnavalesca del Rojas!
Convocatoria Banderines de carnaval en el
Rojas*
El Centro Cultural Rector Ricardo Rojas de la
Universidad de Buenos Aires les invita a crear banderines para la muestra
carnavalesca que tendrá lugar en febrero de 2016, en el marco del carnaval del
Rojas.
Consultas:
convocatoriaprogramacion@rojas.uba.ar
* Departamento de Cultura urbana: Culturas
populares
Asesor Curador del CCRRRojas Idea y dirección
Coco Romero
¿Quiénes?
Podrán participar todos aquellos que deseen
realizar el diseño de los banderines, artistas plásticos, grabadores,
ilustradores, dibujantes pero no es requisito ser especialista. La convocatoria
es abierta a la comunidad, a todo el público sin restricción de edad.
Los banderines pueden ser una obra individual
o colectiva y ser enviados desde cualquier punto del país.
¿Cómo?
Temática: libre sobre EL CARNAVAL. (El
CCRRRojas se reserva la potestad de selección de propuestas).
Soporte: cartulina, cartón, papel, tela,
plástico, vinílico.
Técnica: dibujo, pintura, collage, grabado,
mixtas.
Formato: triangular
Medidas libre con sugerencia:
El Rojas sugiere, de cara a dar una imagen
homogénea a la propuesta expositiva y para poder unificar criterios para el
colgado, tanto unas medidas, como la incorporación de una solapa sobrante para
facilitar la colocación del hilo para la puesta.
24 cm de ancho en la parte más ancha *33 cm de
alto +una sobrante de 4 cm
¿Dónde?
Todos aquellos interesados en participar
deberán presentar personalmente, o enviar por correo postal, en un sobre:
1- El/los
banderín/es
2- Una
hoja con los siguientes datos:
Nombre
DNI
Dirección
Edad
Correo electrónico
La dirección de envío/presentación es:
Centro Cultural Rector Ricardo Rojas
Universidad de Buenos Aires
Oficina de Coordinación Artística
Av. Corrientes 2038
C1045AAP, CABA
El horario de la oficina es de lunes a viernes
de 10 a 19hs
¿Cuándo?
Se podrán enviar propuestas desde el
lanzamiento de esta convocatoria hasta el 18 de diciembre de 2015 y desde el 1
de febrero al 15 de febrero
Las obras seleccionadas serán expuestas
durante el mes de febrero en el Centro Cultural, en el marco del Carnaval del
Rojas, con una inauguración festiva en la que se realizarán actividades y
performances, acompañados por diversos artistas amigos.
Se publicaran los nombres de los creadores
tanto en la web como en la exposición, en el ploteo en el que se indican los
artistas invitados a la muestra.
Universidad de Buenos Aires
Centro Cultural Rector Ricardo Rojas
Prensa y Comunicación
Av. Corrientes 2038 - 4953-3556
psimkin@rec.uba.ar/www.rojas.uba.ar
Seguinos en twitter: @rojasonline
Facebook.com/centroculturalrojasuba
Dibujos Pablo Bolaños
domingo, 29 de noviembre de 2015
2001 El renacer de la alegría murguera
Entrevista realizada
por el Periodista Hernán Scandizzo
Caldenia Domingo 28 /
10 / 2001
La Arena La Pampa
Hace poco más de una década, al aproximarse el
verano, el bombo murguero empezaba a
sonar en algún baldío, sociedad de fomento o club e barrio. Eran los pibes que,
unos meses antes, se preparaban para el carnaval. Hoy en casi todas las plazas
de Buenos Aires y en otras muchas de todo el país ese bombo murguero suena, sin
importar la época del año, para la alegría de unos y fastidios de otros. Es que
la murga ha gambeteado al carnaval y anda suelta por las calles.
Como Romero, es algo
que tiene que ver con todo eso, algo sabe del tema. En 1988 lanzó la propuesta
de realizar talleres de murga en el Centro Cultural Rojas, ahí, sobre la
Avenida Corrientes, a pocas cuadras de Callao, en el corazón de Buenos Aires.
Entonces la murga dejó el barrio y se fue para el entro, con el tiempo volvió
pero ya no era la misma. Trece años después de que tiró la piedra, Coco no esconde
la mano y habla con Caldenia
-¿Quién es Coco Romero?
- Esencialmente me
pongo la palabra músico, porque, es la herramienta con la que de alguna manera
entré en la murga. La investigación me acompaña prácticamente desde hace 20
años, de manera autodidacta, pero metódica al fin; y docente. Así que mi oficio
anda dentro de la música, la investigación y la docencia.
-¿Te sentís responsable del fenómeno murguero?
-No, porque realmente
sería una observación muy pobre de la situación, semejante dispositivo social
es un complejo entramado de voluntades.
- Pero de alguna manera la murga necesitó del
empuje que se le dió desde talleres como el tuyo.
-Sí, lo necesitó. Cuando
nosotros en el 88 largamos con la idea
de taller de murga, había 10 murgas, ahora hay 150. Entonces algo pasó. Y
después otras lecturas, que hacen a una cuestión sociológica de la ciudad, por
ejemplo, cuando yo era pibe, si tocabas viola eras un raro y si hacías teatro
un marica, era un grupo cerrado. Eso fue lo más difícil que se encontró en la
estructura de la murga tradicional: amateurismo- fundamentalmente- y bohemia,
que circulaba en dos meses concretos y que oficiaba como un espacio de juego de
esos muchachos que la pasaban bien en el carnaval.
-¿Cómo reaccionaron las murgas de barrio cuando
empezaron los talleres?
-Con misiles. Vos
decías talleres de murga, y te decían loco, vos estás del… Éramos como las
radios AM y FM, estábamos en otra sintonía. Además en los primeros años hice
muchas locuras, como meter a la murga en el teatro (la obra “los indios estaban
cabreros” estuvo en escena durante un año98/99- y fue galardonada con cuatro
premios ACE). Había murgas que no querían actuar en invierno. Pero con los años
se fue poniendo en caja, porque ellos se dieron cuenta que fue un trabajo que
nos sirvió a todos. Me parece que esto movilizó y os tipos que la tenían
olvidada la recuperaron. En un momento yo decía esta frase: “la murga es como
una mina a la que los tipos trataron mal. Apareció un guacho y se la llevó. Ahí
dijeron. Ah, está buena la gordita”. A la mina cuando la veían siempre en la
casa no le daban bola, pero cuando vieron que se les iba, chau, se pusieron las
pilas.
Si el taller no
hubiera existido la murga seguiría, solo contribuyó a instalar el fenómeno en
otro lado, a estar más a tono con lo que es la murga en el mundo. Porque la
murga no es un invento porteño ni es un invento uruguayo, en todo caso tiene
una paternidad española.
-¿Qué le cambió esta nueva murga a la
tradicional?
-Una de las cosas qué
me parece más interesante es que hubo una democratización y salió del patrón de
la vereda, aunque esta nuevas estructuras tiene otros problemas. Es decir, en
la murga que yo vi cuando tenía 12 años, el capo era uno, si te gustaba bien y
si no también. Y ahora me parece más interesante, se establece otro tipo de
conexión entre la gente. También la murga empezó a ocupar otros espacios más
allá del carnaval. Por ejemplo se las ve en marchas de protesta. Eso ya es como
un folklore propio de una cuestión, hay murgas en marchas y hay murga con
(Marcelo) Tinelli…
-Pero la sacaron del contexto de los días de
carnaval.
-En eso me detendría,
no todo lo que trajeron los talleres fue lindo, porque también aparecieron
cosas que... ahora cualquiera se pone una levita y es Gardel. Y pierde una especie
de ritual que había antes, sencillo, pero ritual al fin.
-¿La murga conserva su esencia herética, de
burla?
-Sí, la mantiene, pero
lo que ha enamorado a los jóvenes es la danza. El baile hipnotizó y enamoró
muchísimo, y no crecieron tanto las otras partes del discurso de la murga: la
letra, el vestuario, la gestualidad, la gracia, la simpatía. Es una danza
interesante, pero la realidad es que casi obedece a elementos primarios.
La vida transcurre de murga en murga y
éste es un diagnóstico que veo constantemente: a los pibes les cuesta horrores
valorara estos oros conceptos que son muy fuertes en la murga. Todavía no les
termina de caer la ficha de que la murga hace uso de un espacio escénico y que
el teatro está ahí, presente. Creo que esos son los años que faltan, pero sobre
todo es el amateurismo que no permite el crecimiento.
Los pibes tiene en la
mente una cosa que me resulta increíble, y es que valoran lo que pasa en otros
lados:” ¡Uy, como cantan los uruguayos! ¡Cómo tocan!”. Pero no se dan cuenta de
cómo ha sido esa dinámica. Uruguay es un país dónde hay concursos
rigurosísimos, si vos cantas mal, cantas mal, no es que vas ir de malo a decir:
“Yo soy capo de la murga, manejo a los pibes…”.
Cuando hago los
talleres siempre alguien me dice: “si le sacas eso, le sacas la esencia”. ¿La
esencia está en que sigamos tocando el bombo como Tula (bombista del ex
presidente Carlos Menem)? ¿En que terminó el Tula? Teniendo una agencia de
tocadores de bombo para los mítines políticos. Entonces una cosa es la fantasía
y otra la proyección real de la murga, como género artístico, en una ciudad
como ésta. Evidentemente se podrá seguir haciendo murga de barrio, para que
este todo el mundo contento, pero ubiquémonos: la murga es un género artístico
y en muchas partes del mundo se lo desarrolla como tal. Desde una cuestión muy
for export como es en el Uruguay o con una fuerte connotación con lo propio,
como en Cádiz, donde es un carnaval más sencillo y son laburantes quienes lo
disfrutan.
-¿Más allá de todas las falencias que señalas,
sin duda la murga es la expresión popular que mayor crecimiento ha tenido en la
última década? Crecimiento que no ha tenido el rock, por ejemplo.
-Si, de todas maneras
creo que hay como una lógica. En algunos artículos escribí: “el rock y la murga
son ríos subterráneos que se tocan”. Así como el joven de clase media conoció a
la murga del Uruguay por Jaime Ross cuando uno se acerca al fenómeno se da
cuenta de que Jaime no es un murguero, es un músico que metió la murga dentro
de su música. Y acá los grupos de rock y de pop, con fuerte llegada a la
juventud, le han echado mano a distintos elementos de la murga. Sin darse
cuenta de que quizá ese videoclip que era desparramado por todo el país iba
planteando semillitas de murga en lugares impensados.
En Tuta Tuta Los
Auténtico Decadentes y en Mal bicho de Los fabulosos Cadillac´s echaron mano a
la murga, y esto desparramó una parte de ese discurso. Y ahora, cerrando el
periplo Los Redondos (su último disco se llama Momo Sampler) en su poética,
donde está muy claro el murguero como una entidad social, como algo más
abarcativo.
-¿En qué lugar te llamó más la atención que se
haya formado una murga?
-En la Patagonia, La
murga Franca de Caleta Olivia, en santa Cruz. Me llamó la atención porque sopla
un viento que no te deja caminar y los tipos bailan. También hay otra murga
interesante en el sur es la Murga Guacha del Río Quemquentreu, de El Bolsón.
Pero bueno, es un
ambiente medio especial, es casi lógico que exista una murga ahí.
En general lo que han
hecho los medios de comunicación es que todos escuchemos cosas parecidas, y
creo que es por eso que en todo centro urbano ha crecido la murga,
esencialmente dentro de ese espacio. Después hay muchas experiencias sociales,
murgas con chicos sordos, comparsas de gente que está encerrada por problemas
de su azotea. Aunque me parece que ya son como cosas que hacen más a la
participación y no es exactamente murga. Pero el Momo ha curado a muchísimas
personas.
-En una década que se caracterizó por la
atomización de la sociedad, las murgas transformaron las plazas en un espacio
de encuentro.
-Sí, es llamativo, en
todo el país. En la murga, además de la liberación del cuerpo, se dan roles de
sociabilidad distintos. Mucha mezcla de gente de distintos palos, de distintos
wines, expuestos en un baile de la calle. Y eso me parece que es lo
interesante, respecto a recitales donde son guetos, lugares cerrados, oscuros,
noche. Además en cualquier plaza puede brotar en un bombo.
-¿El carnaval menemista tuvo algo que ver con
el desarrollo de la murga?
-Yo creo que sí en un
punto, pero trato de tener un poco de cuidado con eso… Casualmente vi un artículo
de Pág. 12 donde hablaban de las Murgas de Chupete, porque la Alianza, antes de
subir al poder le dio máquina bárbara a las murgas y todavía no les pagó por su
actuación en el carnaval pasado.
Las murgas de la
ciudad están bajo el ala del Gobierno de la Ciudad (Autónoma de Buenos Aires) y
para mí hay que repensarlo. Porque generan carnavales sin contenido y además se
ha roto una dinámica de trabajo, de autogestión.
- Me refería al carnaval menemista, en cuanto a
carnaval como tiempo de subversión de valores y significados, al tiempo en que
las cosas no son lo que aparentan.
-Sí, y no cambió, el
carnaval se instaló como un estado general.1999 Plegaria para un Momo dormido, enero
8 Enero 1999 Diario la Nación Vía libre
Un corso a contramano Sebastián Espósito
Plegaria para un Momo dormido
Historiador del Carnaval, músico y docente, el Coco
Romero hace 15 años que lucha y sufre por el regreso grande de Momo. Desde hace
una década coordina los talleres de murga del C. C. Rojas y desde hace cuatro
edita periódicamente El Corsito, publicación destinada a hacernos creer que
todo el año es Carnaval.
"Lo interesante es que puede haber en torno del
Carnaval un movimiento artístico importante -señala Coco Romero-. La
convivencia de lo plástico con lo poético, lo musical, lo corporal y lo visual.
Todo confluye en el Carnaval. Yo sueño con que los distintos grupos realicen
una única marcha por la ciudad, un corso a contramano desde el Bajo hasta
Liniers."
Eso de que la alegría no es sólo brasileña está dicho,
pero hay que demostrarlo. Para Romero, está o no está, no se puede inventar.
"Tampoco se debe hacer una bajada de línea con respecto al feriado, eso es
para los políticos. Hoy hay que generar las cosas desde otro lado, para que el
fruto caiga por su propio peso. La alegría no viene por decreto, porque,
finalmente, cuando es suprimida por decreto, la alegría funciona como una
resistencia natural." Con un CD bajo el brazo, Murga vuelo brujo, editado por BMG, Coco Romero prepara en
forma independiente el sucesor. "Se llama La sopa de Solís y está dedicado al Once.
Paralelamente, estoy preparando un videoclip y me estoy apurando para poder
salir en Carnaval. El nombre del CD surge en alusión a un grupo de pintores
anarquistas que hizo convivir sus pintadas con los afiches de bailanta."
Insiste. El Coco no va a descansar hasta que las murgas invadan las calles.
"Yo no me como ésa de que la gran fiesta está ausente porque el país es un
Carnaval en sí mismo. Hay elementos concretos: no al festejo, no a la igualdad,
no a los elementos rituales que han sido su esencia, como la burla al de
arriba. Son cosas temidas por el poder de cualquier parte del mundo."
sábado, 28 de noviembre de 2015
viernes, 27 de noviembre de 2015
2003 Murgas son las de ahora La Nación
www.lanacion.com.ar/475038-murgas-son-las-de-ahora
Murgas son las de ahora
En 1990 había diez murgas en todo Buenos Aires. Hoy, doscientas agrupaciones se muestran en los corsos y vuelven a ser una saludable realidad
23 de Febrero de 2003
Los nombres. Eso es lo que primero llama la atención. Un desfile de tomaduras de pelo, de declaración de principios. De los más antiguos, como Los Pegotes de Florida, a los más nuevos, como Los Quitapenas, Los Acalambrados de las Patas, Los Averiados por el Corcho, pasando por los tradicionales, como Los Mocosos de Liniers, Los Preferidos de Villa Urquiza, o los nuevos con inspiración tradicional –Los Apasionados de Lugano– y los vanguardistas pop como Los Colifatos de la Llanura, una murga de General Villegas que inspira sus espectáculos en las obras de Manuel Puig.
En los últimos años, la murga es un fenómeno que no deja de crecer. Después de largas décadas de adormecimiento, el carnaval parece más vivo que nunca: si en los 90 había escasas doce murgas en la ciudad de Buenos Aires, hoy hay más de doscientas y cada vez es más fuerte el movimiento que intenta restituir el feriado a los dos días previos al miércoles de ceniza.
Bebe Lamas es cantante, añoso y dice que nació entre lentejuelas. Pasó por Los Mocosos de Liniers, Los Viciosos de Almagro, Los Envidiados de Palermo y hasta por la modernísima Los Quitapenas.
–Ahora estoy en Los Preferidos de Villa Urquiza. La murga es más porteña que el Obelisco. Antes, la gente trabajaba todo el año para hacerse la ropa. Estábamos seis meses recordando lo que habíamos hecho esos seis días y esperábamos seis meses para hacer los próximos seis días. Después eso pasó.
El taller de la murga Los Apasionados de Lugano funciona en la casa de Carlos Garay y su mujer, dos trabajadores de la salud del hospital Garrahan. Comprometidos con la realidad del barrio en el que viven, Carlos y su mujer decidieron abrir la casa a la comunidad y crear allí una especie de centro cultural sui géneris donde los chicos tuvieran algo mejor que hacer que consumir todo tipo de sustancias, legales e ilegales. De modo que ahora en la casa abierta a toda hora funcionan cursos de boxeo, ajedrez y la murga Los Apasionados de Lugano. Ellos cosen sus trajes, los bordan, los decoran, y así esta tarde de bochornoso verano un enorme muchacho da delicadísimas puntadas enhebrando mostacillas sobre la cara del Che Guevara.
–Acá en el barrio cuando anunciamos que íbamos a hacer un taller de murga los pibitos nos miraban como diciendo se volvieron locos –dice Carlos–, pero para nosotros es una herramienta para demostrar que sin drogas ni alcohol podemos hacer que los pibes hagan ajedrez, boxeo, se diviertan, aprendan y no anden en la calle sin rumbo. Esto es lo contrario de lo que la gente piensa de la murga, que son vagos, drogadictos, juntavagos.
Los Apasionados de Lugano no son nada de eso. Son una gente correctísima, tan respetuosa que, aunque vengan locos de entusiasmo ensayando por la calle, detienen todo retumbar cuando pasan delante de la Escuela Científica Basilio, una congregación religiosa.
–Es que nos pidieron por favor, porque dicen que les espantamos los espíritus –dice Carlos Garay, sin sombra de broma.
La división básica en las murgas es entre murgueros y directores. Los murgueros forman el cuerpo de baile. Los directores han ganado, por bailar mejor o por antigüedad, ese lugar; van cerca de los bombos y son responsables por las coreografías y los ritmos. Abriendo el desfile va el estandarte y detrás, las mascotas, un grupo de chicos escoltado por un director. Después un grupo de banderas, dados enormes de tela y paraguas, que son los emblemas tradicionales de la murga porteña. Esos adornos separan el cuerpo de mascotas del cuerpo de mujeres. Detrás de las mujeres van los bombos, rodeados por los directores, y por último los bailarines. Todos llevan levita, a cual más adornada, y la pasada de una murga dura 45 minutos. Luego del desfile, algunos de los integrantes, entre ellos los tres cantantes, suben al escenario. Una vez allí se hacen la entrada, la crítica y la salida. En la entrada, a través de un recitado, la murga se presenta, cuenta su historia. Después viene el plato fuerte: la crítica, algo así como la declaración de principios de la murga, una canción que puede tener contenido político, social o humorístico, que se canta sobre la música de alguna canción muy en boga, con otra letra. Esa letra puede ser una creación colectiva o la obra de algún letrista. Después de una canción de retirada, el murgón se va con lo que le queda.
Murgas modernas
El Centro Cultural Ricardo Rojas dedica todo este mes y hasta el 8 de marzo una serie de muestras y jornadas reflexivas sobre el carnaval. Muchos dicen que buena parte de este esplendor se debe a un solo nombre, y ese nombre es el de Coco Romero, responsable desde los años 90 del taller de Murgas del Centro Cultural Rojas.
–La murga era la diversión de mi infancia. Yo empecé con Los Mareados de Belgrano. Después la vida me llevó a otros rumbos, hasta que hice un viaje por Salta, donde nací, y vi todo lo que hay allá en cuanto a expresiones populares. Cuando volví a Buenos Aires dije la murga. Y no paré. En 1988 hice un seminario sobre murgas en el Rojas y fue un éxito, pero en ese momento, si había 12 murgas en la ciudad era mucho. Entonces me propuse levantar el taller, y hoy hay no menos de doscientas. Los jóvenes han encontrado una vuelta política o artística o un punto de encuentro en esto. La primera murga que salió del Rojas ya tiene 12 años y fue Los Quitapenas.
Luciana tiene 30 años, Verónica Daián algo más de 20, Tato casi 40. Los tres tienen en común la pasión murguera en general y por Los Quitapenas en particular. Los Quitapenas empezaron a pensar la murga como espectáculo de escenario, aunque aseguran que el arte de este arte popular alcanza su expresión máxima en la calle, con el olor del adoquín bajo la suela saltarina y la gente que mira y mira y aplaude aplaude.
–Eso de que la gente se corra para hacerte lugar es increíble –dice Luciana Vainer–. Es como si esos días la ciudad fuera tuya.
Murgas son las de ahora
En 1990 había diez murgas en todo Buenos Aires. Hoy, doscientas agrupaciones se muestran en los corsos y vuelven a ser una saludable realidad
23 de Febrero de 2003
Los nombres. Eso es lo que primero llama la atención. Un desfile de tomaduras de pelo, de declaración de principios. De los más antiguos, como Los Pegotes de Florida, a los más nuevos, como Los Quitapenas, Los Acalambrados de las Patas, Los Averiados por el Corcho, pasando por los tradicionales, como Los Mocosos de Liniers, Los Preferidos de Villa Urquiza, o los nuevos con inspiración tradicional –Los Apasionados de Lugano– y los vanguardistas pop como Los Colifatos de la Llanura, una murga de General Villegas que inspira sus espectáculos en las obras de Manuel Puig.
En los últimos años, la murga es un fenómeno que no deja de crecer. Después de largas décadas de adormecimiento, el carnaval parece más vivo que nunca: si en los 90 había escasas doce murgas en la ciudad de Buenos Aires, hoy hay más de doscientas y cada vez es más fuerte el movimiento que intenta restituir el feriado a los dos días previos al miércoles de ceniza.
Bebe Lamas es cantante, añoso y dice que nació entre lentejuelas. Pasó por Los Mocosos de Liniers, Los Viciosos de Almagro, Los Envidiados de Palermo y hasta por la modernísima Los Quitapenas.
–Ahora estoy en Los Preferidos de Villa Urquiza. La murga es más porteña que el Obelisco. Antes, la gente trabajaba todo el año para hacerse la ropa. Estábamos seis meses recordando lo que habíamos hecho esos seis días y esperábamos seis meses para hacer los próximos seis días. Después eso pasó.
El taller de la murga Los Apasionados de Lugano funciona en la casa de Carlos Garay y su mujer, dos trabajadores de la salud del hospital Garrahan. Comprometidos con la realidad del barrio en el que viven, Carlos y su mujer decidieron abrir la casa a la comunidad y crear allí una especie de centro cultural sui géneris donde los chicos tuvieran algo mejor que hacer que consumir todo tipo de sustancias, legales e ilegales. De modo que ahora en la casa abierta a toda hora funcionan cursos de boxeo, ajedrez y la murga Los Apasionados de Lugano. Ellos cosen sus trajes, los bordan, los decoran, y así esta tarde de bochornoso verano un enorme muchacho da delicadísimas puntadas enhebrando mostacillas sobre la cara del Che Guevara.
–Acá en el barrio cuando anunciamos que íbamos a hacer un taller de murga los pibitos nos miraban como diciendo se volvieron locos –dice Carlos–, pero para nosotros es una herramienta para demostrar que sin drogas ni alcohol podemos hacer que los pibes hagan ajedrez, boxeo, se diviertan, aprendan y no anden en la calle sin rumbo. Esto es lo contrario de lo que la gente piensa de la murga, que son vagos, drogadictos, juntavagos.
Los Apasionados de Lugano no son nada de eso. Son una gente correctísima, tan respetuosa que, aunque vengan locos de entusiasmo ensayando por la calle, detienen todo retumbar cuando pasan delante de la Escuela Científica Basilio, una congregación religiosa.
–Es que nos pidieron por favor, porque dicen que les espantamos los espíritus –dice Carlos Garay, sin sombra de broma.
La división básica en las murgas es entre murgueros y directores. Los murgueros forman el cuerpo de baile. Los directores han ganado, por bailar mejor o por antigüedad, ese lugar; van cerca de los bombos y son responsables por las coreografías y los ritmos. Abriendo el desfile va el estandarte y detrás, las mascotas, un grupo de chicos escoltado por un director. Después un grupo de banderas, dados enormes de tela y paraguas, que son los emblemas tradicionales de la murga porteña. Esos adornos separan el cuerpo de mascotas del cuerpo de mujeres. Detrás de las mujeres van los bombos, rodeados por los directores, y por último los bailarines. Todos llevan levita, a cual más adornada, y la pasada de una murga dura 45 minutos. Luego del desfile, algunos de los integrantes, entre ellos los tres cantantes, suben al escenario. Una vez allí se hacen la entrada, la crítica y la salida. En la entrada, a través de un recitado, la murga se presenta, cuenta su historia. Después viene el plato fuerte: la crítica, algo así como la declaración de principios de la murga, una canción que puede tener contenido político, social o humorístico, que se canta sobre la música de alguna canción muy en boga, con otra letra. Esa letra puede ser una creación colectiva o la obra de algún letrista. Después de una canción de retirada, el murgón se va con lo que le queda.
Murgas modernas
El Centro Cultural Ricardo Rojas dedica todo este mes y hasta el 8 de marzo una serie de muestras y jornadas reflexivas sobre el carnaval. Muchos dicen que buena parte de este esplendor se debe a un solo nombre, y ese nombre es el de Coco Romero, responsable desde los años 90 del taller de Murgas del Centro Cultural Rojas.
–La murga era la diversión de mi infancia. Yo empecé con Los Mareados de Belgrano. Después la vida me llevó a otros rumbos, hasta que hice un viaje por Salta, donde nací, y vi todo lo que hay allá en cuanto a expresiones populares. Cuando volví a Buenos Aires dije la murga. Y no paré. En 1988 hice un seminario sobre murgas en el Rojas y fue un éxito, pero en ese momento, si había 12 murgas en la ciudad era mucho. Entonces me propuse levantar el taller, y hoy hay no menos de doscientas. Los jóvenes han encontrado una vuelta política o artística o un punto de encuentro en esto. La primera murga que salió del Rojas ya tiene 12 años y fue Los Quitapenas.
Luciana tiene 30 años, Verónica Daián algo más de 20, Tato casi 40. Los tres tienen en común la pasión murguera en general y por Los Quitapenas en particular. Los Quitapenas empezaron a pensar la murga como espectáculo de escenario, aunque aseguran que el arte de este arte popular alcanza su expresión máxima en la calle, con el olor del adoquín bajo la suela saltarina y la gente que mira y mira y aplaude aplaude.
–Eso de que la gente se corra para hacerte lugar es increíble –dice Luciana Vainer–. Es como si esos días la ciudad fuera tuya.
Agrupación humorística La Tristeza de Maruki- Coco Romero
Entrada de la Agrupación Humorística "La Tristeza"
Daniel Maruki
Donde quedaron aquellos carnavales
aquellas jodas que el nono nos contó
nos preguntamos querida concurrencia
los ha morido el tiempo o fue la represión.
Se fueron yendo acusados de insolencia
si se apagaron corridos a traición
no nos rindamos ante la prepotencia
hagamos nuestra el alma del murgón.
Vamo a despertar al viejo Momo
vamo a despertar al carnaval
aunque no nos alcance para un pomo
nos jugamo lo desatamo igual
que no se caiga, que no se caiga
que no se caiga no se caiga nunca más...
jueves, 26 de noviembre de 2015
A nuestro director Eduardo Mignogna- Coco Romero
Eduardo Mignogna - Coco Romero
A nuestro director, le duele la cabeza/ porque dicen que
tiene el alma de murguero
Lo acusan de inculto, de tragarse la eses/ de atorrante,
obsceno y populachero.
A nuestro director le han dicho/ que es vergüenza ser
pobre
Ser mujer, discapacitado o viejo/ ser provinciano, gordo,
judío
Ateo, homosexual o negro.
A nuestro director le parece/ que quieren que medio mundo
Desprecie a la otra mitad/ los altos y los bajos los
pibes a los viejos
La ciudad al campo y el campo a la ciudad.
Y nuestro director se pregunta entonces/ si no será una
treta, para que todos
Tengan a quién despreciar y así pensar/ que el enemigo es
el que está al lado nuestro
Que su marginación es distinta a nuestra marginalidad.
Será se pregunta y nos preguntamos todos/ dado el dolor
de cabeza de nuestro director
Que quieren marginarnos los unos a los otros/ para
dividirnos los unos a los otros
Para dividirnos y aplastarnos mejor.
Es una pena entonces tener que darnos cuenta/ que a
nuestro director el dolor de cabeza
No se le va a pasar como decíamos antes/ por mas que le
conviden con un vaso de cerveza.
miércoles, 25 de noviembre de 2015
Libro Talleres de murga del Rojas. El árbol genealógico en formato PDF
El libro en formato PDF
Talleres de murga del Rojas. El árbol genealógico
Entrá a la web: http://www.rojas.uba.ar/programacion/cultura_urbana.php#
Talleres de murga del Rojas. El árbol genealógico
Entrá a la web: http://www.rojas.uba.ar/programacion/cultura_urbana.php#
1999 Noches Carnaval en Buenos AireS
La Brillante viernes 3, sábado 4 y domingo 5 de marzo en el Centro Cultural del Sur.
Carnaval 1999...
1999 La Sopa de Solís tema que da título al CD
El video Clip de La sopa de Solís.
Dirección Sandra Wortley, colaboraron: Cristian Castro
Rey, Antonio Fernández, Marcelo Haber, Clara Isasmendi, Jano Peñalba, Gerardo
Silvatticci y Mariana Wirth. Los autores de la pintura callejera inspiradora
fueron el Grupo El Ojo. Foto de mural: Maximiliano Vernazza. Los músicos de “La
Brillante”: Alejandro Caraballo, bombo y platillo; Zelmar Garín, batería y percusión; José Ríos,
bajo ; Cristian Merce, trompeta ; Sergio Merce, saxo tenor: Fernando Buena
Vida, trombón, Carlos Campos, guitarra
eléctrica.
Murgueros bailarines: Colín, Juan Manuel, Julio Caraballo
y Gastón Huertas.
LA SOPA DE SOLIS Coco Romero
Se viene la tormenta / no sé qué voy hacer/ El gris cubre
el Barrio de Once/ Cortejo de los pobres /
que no saben dónde van/ Como hormigas con migas de pan.
Humareda, choripán / largas colas de esperar/ El regreso
al otro lado / palomas, prostitutas, / minutas de fondín / jubilados tirando el
bochín. / Franeleos de parejas /
provincianos sin hogar/ muchachos de Cliba /
predicante, musicante/ Corbata, amplificador / pandereta, Dios y el megafón. Kiosqueros en triciclo /
latitas, antro chino/ Los pibes aspirando Poxiram / policías y patrullas/ giran
en la terminal / mirando lo que no va a cambiar. La sopa de Solís / aficheta de
bailanta.
Se viene la tormenta / no sé qué voy hacer/ El gris cubre
el Barrio de Once / Cortejo de los pobres /
que no saben dónde van/ Como hormigas con migas de pan. / Magic
–Reventón / camas de cartón/ Paredes meadas, tatuadas / en la boca del subte/
con gente alrededor / va repitiendo el pregón (que más da)/ no hay nada que
esperar / el último quedará.
(…) en la pared un carnaval de símbolos…
La Sopa de Solís fue una pintada callejera realizada en
el año 92, en la pared de la calle Bartolomé Mitre frente a la plaza del Once a
metros de la entrada a la estación de tren. Fue una performance en el marco de
los contra festejos de los 500 años de la conquista, por un grupo de artistas
plásticos integrado por Sanjurjo - Sourraville- y Chekher.
El mural fue el anuncio de una gran olla popular de
puchero que sirvieron de alimento para pasar la noche en vela. Como antaño, lo
hicieron los charrúas con el mismo Solís, en la isla Martín García.
Me llamó la atención que los fijadores de carteles
respetaban esa pintura se pegaban afiches sin tocarlo. Camine por esa vereda
infinidad de veces, por entonces vivía en el barrio y lo disfrute.
Hasta que un día descubrí, que poco a poco lo iban
tapando, le pedí a un amigo que le saque una foto y tome el nombre del mural:
La Sopa de Solís como título del nuevo trabajo discográfico.
Escribí y compuse un tema dedicado a la Plaza Miserere,
los afiches de bailanta y de los partidos políticos, fueron cubriéndolo casi
totalmente; quedo en la pared un carnaval de símbolos, imágenes que se formaban
con los papeles desgarrados y superpuestos, caras y máscaras, risas vacías,
grafías anónimas sólo quedo visible de la obra un pedazo de cielo.
martes, 24 de noviembre de 2015
¿Donde fueron los murgueros?
Dónde fueron los murgueros versionado por el Coro del Colegio Nacional de La Plata.
lunes, 23 de noviembre de 2015
A ver si te animás Juan Carlos Cáceres
La murga está cantando,
la noche está empezando,
las luces de colores
alegran la ciudad.
La gente se divierte,
olvida sus problemas,
en medio de la crisis
que no da para más.
En unos pocos días
se vuelve hacia el ensueño,
durante muchos años
la murga se calló
y ahora hay muchos pibes
en los barrios ensayando
y así resucitando
aquello que pasó.
La murga està cantando
la noche está empezando
los pitos van marcando
el baile sin igual.
Ahora están contentos
en todos esos barrios
del Parque Avellaneda
a toda la ciudad.
Con un empujoncito
que Jaime les ha dado
cuando los uruguayos
marcaron el compás.
El ritmo fue cambiando
con esos redoblantes
y ahí para adelante
a ver si te animás.
Aquí en París estamos
en medio de la lluvia.
Aquí en París soñamos
como irnos para allá.
Allí en Montevideo
resuenan los candombes,
también en Buenos Aires
renace el carnaval.
Aquí en París estamos
corriendo la coneja,
cagándonos de frío
y sin el carnaval.
Con este cielo triste,
tan gris y tan romántico
a veces es un tango
que nos hace soñar.
La murga...
en unos pocos años
esto va a dar que hablar.
Esta movida viene
con algo amilongueado
el tango, el empedrado
y hasta el rock nacional.
El gran Coco Romero
y todos los muchachos,
la murga “Colifatos”
y “Sacate el almidón”.
Y ahora en los domingos
se escucha en todos lados
el pueblo que ha creado
domingo, 22 de noviembre de 2015
sábado, 21 de noviembre de 2015
El árbol genealógico de los talleres de murgas del Rojas...
Programa de cable "de Médicos de Poetas y de Locos, todos tenemos un poco...
2010 La murga de El Trapito Salvatore Rossano - Quique y Coco
Canción interpretada por "La Matraca" de Buenos Aires y "Ceci n´est pas una murga" de Bélgica. El documental sobre este encuentro estrenó en octubre 2010. Canción original, la música de Salvatore Rossano y letra de Quique y Coco.
Más en: www.murga.be
1998 Video; Nariz el murguero video de Gustavo Marangoni
Video: “Nariz, el murguero” de Gustavo Marangoni. Estrenado en marzo de 1998. Género: Documental. Duración: 40 minuto
“Nariz, el murguero”
A partir de la historia de Eduardo Pérez, “Nariz”, famoso murguero del barrio de Palermo en las décadas del 40 y el 50, se cuenta el desarrollo de la murga porteña. En los años 30 había en Buenos Aires pequeñas murguitas formadas por siete u ocho chicos con bombos de lata y las caras pintadas con corcho quemado, que salían en carnaval por los bares cantando sus coplas a “tirar la manga”. Con el tiempo estas murgas fueron creciendo hasta convertirse en agrupaciones de un centenar de integrantes que se presentaban en los numerosos corsos de la ciudad representando a sus barrios. Es en ese entorno donde Nariz es reconocido como uno de los mejores cantores de críticas. A partir de los sesenta esta forma de festejar el carnaval fue decayendo para los porteños.
En 1976, por un decreto de la dictadura, el carnaval desaparece del calendario. Con el entorno de la democracia la ciudad comienza a recuperar su tradición, resurgiendo algunas de aquellas famosas murgas y naciendo otras nuevas, en los barrios y también en centros culturales, sindicatos, talleres, etc.
Nariz, junto a otros murgueros históricos, es ahora un importante referente para sus continuadores.
“Nariz, el murguero” fue dirigido por Gustavo Marangoni y se filmó entre 1994 y 1997, en forma independiente y sin apoyos oficiales ni privados, con un gran esfuerzo de producción y la participación de cantidad de reconocidos técnicos cinematográficos. En este video participan, además de Nariz, compañeros de aquellas viejas murgas y más de diez agrupaciones que actuaban en aquel período.
Ficha Técnica
Dirección: Gustavo Marangoni
Asesoramiento, investigación y colaboración en guión: Coco Romero
Dirección de Fotografía: Gerardo Silvatici, Eduardo Pinto y María Laura Luczkow
Colaboración en estructura: Patricia Enis
Edición: Patricia Enis, Sergio Zottola, Pipo Bonamino y Gustavo Marangoni
Asistencia de dirección: Clara Isasmendi y Mario Iglesias
Producción: Martín Aguayo, Ana María Mónaco, Sandra Wortley y Pablo Ameijeiras
Cámaras: Eduardo Pinto y Gustavo Marangoni
Escenografía: María Iglesias
Diseño de afiche: Alejandro Bermann
Fotografía Maximiliano Vernazza
Participaron en el video las murgas y murgueros (por orden alfabético)
Los Viciosos de Almagro
Los Herederos de Palermo
Los Mocosos de Liniers (cantor Tarantela)
Atrevidos por Costumbre
Rubén Lamas “El Bebe”: presentador de los textos de Ada Chadrés
Eduardo Pérez “Nariz”
Mariano Ponfil, Cecilia Cabrera e Ivana Chaile murgueros que bailan con Nariz
Rubén Espiño “El Gallego”
Jorge Mancini “Guigue”
Los Cometas de Boedo
Felix Loiácono
Los Quitapenas
Centro murga “Yo lo vi”
Pasión Quemera
José R. Canelo
Los Impacientes de Palermo
Alejandro Caraballo bombista en el Obelisco
Tete Aguirre bombista de “Los Chiflados de Almagro”
José Slavin Oso Carolina
Los Reyes del Movimiento
La Redoblona
Acalambrados de las Patas
Envasados en Origen
Malayunta
Traficantes de Matracas
Ana Gerez murguera que pinta a Nariz
Tato Serrano bombista
Eduardo Pérez (Nariz) y Ana Geréz
viernes, 20 de noviembre de 2015
martes, 29 de septiembre de 2015
lunes, 28 de septiembre de 2015
domingo, 27 de septiembre de 2015
2014 En San Juan
Link de la nota
El ritmo de Carnaval como medio de cultura popular
http://www.teatroensanjuan.com/noticia/el-ritmo-de-carnaval-como-medio-de-cultura-popular/
El ritmo de Carnaval como medio de cultura popular
http://www.teatroensanjuan.com/noticia/el-ritmo-de-carnaval-como-medio-de-cultura-popular/
miércoles, 9 de septiembre de 2015
1996 GRAL VILLEGAS “La murga es las bellas artes de la calle” Coco Romero
La Voz Diario, viernes 26 de enero de 1996 Coco Romero- talleres de carnaval
“La murga es las bellas artes de la calle”
Desde el día de ayer a las 19 horas en la Casa de la Cultura se llevan a cabo a cargo del especialista en Culturas Urbanas y teatralidades populares.
- Qué significa tu especialidad?
Me ha interesado muchísimo todo o referente a las culturas urbanas y el teatro que está en la calle, y a partir de ahí he ido a parar a la fiesta del carnaval y en especial a las murgas, que es el tema que he venido a compartir y a aprender en este lugar.
- Sabemos que has ahondado en del tema del carnaval...
En realidad fue para sostener el proyecto. Cuando relacionas carnaval, murga, siempre aparece o despectivo y pienso que hay que sustentarlo y ahondar en un tiempo histórico mayor al que uno le corresponde, hizo que dedicara quince años a juntar material y tener un archivo importante sobre el tema.
-¿De qué se trata el taller?
Lo que vamos a hacer es taller, y en el taller, independientemente de que vamos a dar una apertura al tema, es un encuentro práctico donde la idea personal es transmitir lo que de pibe he mamado de cómo es la murga y la estructura que tomó la murga en los pagos del Río de la Plata.
Hay muchos elementos afines y podemos
decir que no hay un solo modo de realizar murga. Lo que me gustaría es
compartir como es la murga hoy, dónde está metido el canto, el baile, el
disfraz y el espacio creativo que me parece que es la vuelta de tuerca al
proceso de las agrupaciones.
La murga
es las bellas artes de la calle.
-¿Que
sobresale en una murga?
Ya he tenido charlas con Alicia
Compagnucci y con los chicos de “Los Colifatos” para ver todo esto,
porque me encuentro en una localidad con un carnaval muy fuerte, con mucha
gente participando detrás, entonces veo un fenómeno muy rico, parte del
proyecto que voy llevando adelante rodeado de mucha gente: transferir
información, comunicación; tenemos una publicación referida al carnaval, que me
encantaría que gente de otros lugares conozca
la celebración de General Villegas.
Alicia Compagnucci Directora de Cultura
-¿Cómo se les ocurrió, primero el taller
de máscaras y después este de carnaval?
Desde hace un tiempo, con un grupo de gente veníamos comentando que el
carnaval es la expresión de cultura popular más fuerte y hacíamos el mismo
análisis de Coco respecto a que allí se juntan muchas expresiones. Esto
significa que en la Dirección de Cultura era una clara señal de valorización
del carnaval.
Teníamos poco tiempo para todo lo proyectado, pero se formó una
comisión y vamos hacer organizar un buen carnaval. Por un lado la comisión
organizó talleres de máscaras, porque hay una cuestión de técnicas que hay que
transmitir, tratar que la gente las maneje y lo haga cada vez mejor.
Desde la Dirección de Cultura estamos apoyando la formación de la
Trocha con todo lo que ello implica.
- Los resultados de estos talleres
seguramente se verán en los próximos carnavales...
Lo ideal sería seguir trabajando a lo
largo del año. Que Villegas no espere a enero para pensar que hacemos. Creo que
pueden salir cosas hermosas. Es una fiesta que está incorporada a nosotros.martes, 8 de septiembre de 2015
2010 Don Momo y la participación colectiva por Coco Romero Ecunhi Carnaval
Don Momo y la participación colectiva por Coco Romero
El carnaval es un espacio de fuerte
contenido social y cultural, del cual se ha dicho que es la fiesta que el
pueblo se regala a sí mismo sin la mediación de los poderes políticos o religiosos;
saberes tradicionales que han pasado de boca en boca más allá de las prohibiciones
y de la negaciones recibidas a lo largo de los siglos.
El
festejo de carnaval atravesó todos los tiempos y todos los espacios posibles, y
sobrevivió a cuanto sistema de gobierno se le opuso. Se convirtió en la fiesta
de las fiestas donde el arte popular fue, y es, el gran protagonista.
Carnaval es sinónimo de morir y
renacer, sin espíritu complaciente y sin mendigar. En cada celebración que surge
en remotos lugares del mundo y en diversas geografías, toma el trono con una fuerte
carga simbólica que hoy, más que nunca, debería llenarse de contenidos.
Desde
la recuperación de la democracia, miles de personas, a lo largo y a lo ancho de
nuestro país, confluyeron en las murgas, fundaron nuevas agrupaciones, se
sumaron a las centenarias comparsas del Norte y del Litoral, o renovaron las
viejas formas de participación festiva. Se convirtieron en un movimiento
dinámico generador de grandes y pequeños festejos carnavaleros, que fortalecieron
importantes lazos humanos.
Hoy,
detrás del festejo censurado por la cultura oficial, hay un enorme número de personas
movilizadas, pero falta la restauración del feriado del lunes y martes de
carnaval que, aunque recuperado en la
CABA , no lo está a nivel nacional. La vuelta de don Carnal haría
más visibles las formas con que se manifiesta en nuestro país, desde el
diablito carnavalesco de la
Quebrada de Humahuaca, el corso popular Matecito de
Gualeguaychú, hasta los muñecos gigantes
de la tierra de Jauretche; toda esa creatividad tendría una conexión. La juventud
debe apropiarse de ese imaginario.
En esta fiesta es imprescindible la
participación colectiva. De tal modo, desaparece el público y todos somos
actores (quizás ese punto ideal es el que resulte más fascinante y utópico).
En cambio, la tendencia actual es plantear
el carnaval sólo como un espectáculo, cuando lo que habría que fomentar y
gestionar desde la cultura es la aportación creativa de la comunidad: no hay
carnaval sin disfraz y sin participación colectiva.
Una vez más, este festejo nos fuerza a
no perder la memoria. Aquí
se ponen en escena las bondades y las pobrezas de nuestra sociedad: siempre
cito que a fines de la década del 60, mientras la policía pegaba bastonazos a estudiantes
y profesores, los niños, en los corsos, jugaban a golpearse con bastones de
plástico y producían así su parodia. Las sociedades siempre ponen, crudamente, su
realidad en escena.
Me imagino la fiesta de carnaval del ecunhi
con más participación y con todos los colores de la diversidad: los afro argentinos,
las comparsas del Norte, las murgas del Litoral y de Cuyo y las agrupaciones
humorísticas, categoría que habría que estimular para rescatar uno de los genuinos
espíritus del carnaval.
lunes, 7 de septiembre de 2015
domingo, 6 de septiembre de 2015
2005 Alegres mascaritas por Coco Romero (a propósito del disfraz)...
Yo digo Revista Viva febrero 2005
Enero 2005
Yo digo
Alegres mascaritas
El disfraz disimula, se desprende
de su yo habitual y se hunde en ese mundo extra cotidiano, para espantar
el miedo, ocultar el verdadero ser para actuar como otro, despistando, se
sumerge en las aguas festivas del derroche y la alegría, liberando lo ridículo
y lo grotesco.
El disfraz no tiene distinción de edad ni tiempo, la niña
viste ropas de abuela, o el hombre luce pañales de bebé. La historia ha dejado
las figuras antropoides de la edad de piedra, los coros de actores disfrazados
de ranas o pájaros para las comedias de Aristófanes o gigantes del reino
fantástico y diabólico.
En Buenos Aires desde la década del 30, por medio de
edictos y prohibiciones varias, se fue perdiendo el carnaval en la calle y también
el disfraz. Nuevas costumbres sociales lo
fueron desplazando.
Las modas impusieron lo suyo, a
fines de los 60 ya se hablaba del carnaval cotidiano. Los jóvenes
ganaban un lugar oficial en la sociedad, navegaba por entonces un Submarino
amarillo, mientras sonaba Banda de los corazones solitarios
del sargento Pimienta.
En la democracia, la declinación de la fiesta dio paso a micro
carnavales, que estallaron y se celebraron en otras fechas, el ritual busco
otros horizontes.
Un carnaval sin disfraz en la calle, no
se concibe, es la pieza clave. En la última década se ganó una batalla para sumar
al festejo porteño, una multitud de jóvenes, varones y mujeres, ganaron a
través del disfraz de murgueros,
territorios donde recuperar lo sagrado utilizando la
experiencia corporal y el reencuentro.
El colectivo murga además de cantar y
bailar luce su disfraz, en algunos casos preparados en forma casera por la
costurera del barrio y decorado por sus integrantes, dando un toque personal y
característico. Cuando la se mana que viene asome Momo, saldrán a la calle con
ganas de ser parte del tiempo insólito e inesperado. La frase que el carnaval
ha muerto, desaparece cuándo el disfraz gana la calle. Sobre el tema hay mucha
tela para cortar.
Coco Romero es músico, tallerista e investigador del Carnaval, coordina
el área “Circo, murga y carnaval” del Centro Cultural Rojas UBA. Dirige el coro
“La Matraca”.
sábado, 5 de septiembre de 2015
1992 Viajes llevando los talleres de murga a Bahía Blanca
TALLERES DE MURGA EN BAHÍA
Fui al I Encuentro Bahiense de Educación por el ARTE el 3, 4 y 5 de septiembre de 1992.
Coordinado por la querida Mirta Colangelo.
Regrese en el mes de octubre a La Casa del Sol Albañil.
Fui al I Encuentro Bahiense de Educación por el ARTE el 3, 4 y 5 de septiembre de 1992.
Coordinado por la querida Mirta Colangelo.
Regrese en el mes de octubre a La Casa del Sol Albañil.
viernes, 4 de septiembre de 2015
2002 Septiembre, SEMILLERO MURGUERO en Salta nota del Tribuno
miércoles, 15 de julio de 2015
1999 "La Sopa de Solís"
"La Sopa de Solís" en 1999. Programa- volante y algunas fotos de la función en el Teatro Alvear. Para bajar el CD www.cocoromero.com.ar - Discografía- La Sopa de Solís
Para escuchar el CD, bajarlo de la pag:
www.cocoromero.com.ar

www.cocoromero.com.ar
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Sergio Merce,
Zelmar Garín
Taller realizado en Comodoro Rivadavia para el Festejo del Centenario.
VOLANTE DEL TALLER DE MURGA REALIZADO EN COMODORO RIVADAVIA EN EL MARCO DEL FESTEJO DE LOS CIEN AÑOS.
lunes, 13 de julio de 2015
"LA BRILLANTE" y La sopa de Solís en 1999 en el Centro Cultural San Martín.
Emiliano Almeida, José Ríos, Ariel Tenembaum, Alejandro Caraballo, Federico Palmero y Zeta Yeyati en el camarín de la sala A y B.
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Zeta Yeyati
domingo, 3 de mayo de 2015
1990 Primer programa de la actuación de "Los Quitapenas"
Tapa y contratapa del programa de mano.
Parte interna con los nombres de los integrantes.
Letra de canción de Entrada.
lunes, 13 de abril de 2015
1992 LA MURGA Y EL TEATRO SE ENCUENTRAN
LA MAGA, miércoles 16 de diciembre de 1992.
Parque Rivadavia será escenario de un festival artístico.
La murga y el teatro se encuentran
Bibiana Ricciardi
Con la intención de “resurgir de las cenizas” cuatro
grupos teatrales y murgueros organizaron el I Encuentro Metropolitano de Teatro
Callejero y Murga: La cita es el domingo 20 a las 17 en el parque Rivadavia. El
objetivo es encontrar, mediante el cruce entre ambas manifestaciones, una
expresión autóctona de este género.
“Cuando formamos el equipo – recuerda Héctor Albarellos,
director del grupo teatral callejero La Runfla- lo que más nos costó fue salir
del escenario. Apareció entonces la necesidad de juntarnos con los murgueros
para rescatar el teatro de la calle”. A partir de esto y con el aporte del
centro Cultural san Martín se organizó este encuentro del que participan la
Agrupación Humorística Lanza Zancos con el alma del murgón, de Daniel Maruki y
Paco Redondo; Los Delfines del Asfalto, que ofrecerán Duelo murguero; el grupo
de teatro callejero La Runfla con el Formidables enemigos, una versión libre de
Héctor Albarellos sobre el Gigante amapolas, de Juan Bautista Alberdi; y el
Centro Murga Yo lo vi y Los Quitapenas
del Centro Cultural Rojas, con Aguante murga de Coco Romero.
Para este último creador lo importante es la continuidad,
ya que, aunque en general no se sepa, “hay barrios de Buenos Aires que tiene
murgas desde hace 50 años”, explica. “Estas agrupaciones- agrega- han recorrido
el país. Sucedió que con los milicos se prohibió el Carnaval y después simbólicamente,
nadie levantó la prohibición. La murga es lo más grande que hay como
teatralidad porque acepta la participación de todo el mundo, el gordo o el viejo,
cualquiera”.
La unión de la murga y teatro callejero tiene el objetivo
de encontrar
, a través del “intercambio de figuritas”, un nuevo discurso
de este género. El director de La Runfla comenta que uno de los problemas que
deben enfrentar es la falta de dramaturgos que escriban pensando en la calle.
El resultado de esto es que, por lo general, se ve un gran despliegue de cosas
pero falta una buena historia.
Alvarellos, por su parte, apunta que el género permite captar
a un público remiso que desconoce el teatro. “Nosotros hicimos una encuesta con
más de 400 chicos en las plazas- comenta-. De allí salió que el 48 por ciento
de ellos no sabía lo que era teatro, o lo
identificaba con un edificio o con la televisión”.
Otro punto que el teatrista destaca como fundamental es
la diferencia que existe entre sacar una obra a la calle y hacer teatro
callejero. En el primer caso la gente es convocada a una sala y está todo a
favor del emisor. “En cambio, en el segundo, el actor tiene todo en contra y se
debe transformar en el centro de la atención para llamar al público. Es por
este motivo que se incorporan elementos llamativos como los zancos”. Ambos
entrevistados coinciden en afirmar que
el suyo es un hecho artístico con códigos bien diferenciados. (...)
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viernes, 27 de marzo de 2015
sábado, 14 de febrero de 2015
2015 Aprovechar el envión Por Coco Romero * DOMINGO, 1 DE FEBRERO DE 2015 CULTURA OPINIÓN PAG 12
Haber restablecido el carnaval en el calendario se nos presenta
todavía como una instancia nueva. El tiempo transcurrido no es suficiente para
evaluarlo, pero hay un montón de nuevas situaciones. La observación que hago es
que hay un movimiento de murgas muy importante, donde la mujer cumple un rol
destacado y se da un fenómeno de migración carnavalera muy fuerte. En San Juan,
hay un movimiento muy pujante desde hace veinte años con asociaciones civiles
que tienen dentro de su estructura distintos formatos carnavalescos: comparsas,
batucadas, murgas y cabezudos. En Salta, el carnaval tiene más de 100 años, y
estos grupos están pulseando con este carnaval migratorio de otra parte del
país. Aunque me parece que no hay una conexión con el carnaval más establecido
en otros lugares del país.
Todavía falta voluntad para darle una vuelta de tuerca a
todo esto: la posibilidad de abordar lo concerniente a la voluntad expresiva y
no dejarlo en el mero hecho social, que es el espacio donde hoy está metida la
murga. Hay experiencias interesantes. Por ejemplo, en Olavarría la murga
Arrebatando Lágrimas se constituyó como asociación civil. Ahora están generando
su propio espacio de trabajo, su biblioteca, su organización. Eso también les
permite tener una propuesta musical y poética más compleja, porque a otras
agrupaciones a veces no les queda más remedio que ensayar en una plaza, con
todas las dificultades que ello conlleva, de si al intendente de turno le
interesa o si a los vecinos molesta. De Madariaga me llegó la noticia de que
vuelven Las Mascaritas a Caballo, que son gauchos que se disfrazan con
sombreros de copa alta, con máscaras de cuero y trajes floridos, y es una
agrupación tradicional de esa parte de la provincia de Buenos Aires. Ahora, a
través de jóvenes interesados en la memoria local, vuelven al carnaval. En los
dos casos, son jóvenes que rescatan lo propio y logran otros niveles
organizativos. Por allí vendría un esperanzador espacio de construcción
distinta a como se viene dando hasta ahora. Porque si no, las partes más
desarrolladas del carnaval argentino siguen creciendo con su estructura, son un
carnaval instituido y atraen turistas, pero no hay un puente real con las ganas
de los jóvenes.
También que hay que hacer un puente con otras
disciplinas: el teatro callejero, los coros populares, titiriteros, clowns y
teatro de variedades. Sería interesante ver qué pasa si se integran estas
disciplinas, si podemos generar otros espacios participativos. Hay un carnaval
instituido, pero hay otro montón de espacios expresivos que podrían colaborar
en generar nuevos espacios. ¿Qué pasa si los teatros callejeros generan su
estética y desfilan?
Ahora, teniendo el envión desde la cultura oficial, con
tanta gente interesada, me parece que hay un campo propicio para mejorar en
cantidad y en calidad. Ahí me corro de lo estrictamente social y además de ello
apostaría que los jóvenes canten bien y sepan qué están bailando, y que la
poética y la plástica sean fuente de creatividad e identidad. Que sepan y
elijan qué quieren cantar y a quién, para así cautivar a nuevos actores.
* Coco Romero: músico e investigador del carnaval. Asesor
y curador del área Culturas Urbanas y Populares del Centro Cultural Rojas.
martes, 3 de febrero de 2015
2015 Miércoles 4 de febrero a las 23 hs.
El miércoles a las 23 hs estaré en el barrio de San Andrés, Partido Gral. San Martín. http://www.fmsos.com.ar/
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