domingo, 10 de junio de 2018

1995. LA MURGA ES MEMORIA EN MOVIMIENTO por Martín Visuara en el suplemento de La Brecha



LA BRECHA/ EL SUPLE JOVEN/ SAP. 
13 mayo de 1995
Coco Romero
LA MURGA ES MEMORIA 
EN MOVIMIENTO por Martín Visuara
LA MURGA ES UNA ESPECIE DE RECUERDO COLECTIVO. UN FURGÓN EN DONDE LA MEMORIA PARECE ESTACIONARSE. QUIÉN MAS, QUIEN MENOS AL SONIDO DE LOS TAMBORILES DEJA MOVER LAS FNTASÍAS AL COMPÁS DE CUERPO. COCO ROMERO FUNDADOR DE LA FUENTE A FINES DE LOS 70, HACE AÑOS QUE VIENE INVESTIGANDO Y FUNDANDO CON LA FIEBRE BIEN SUDACA DE SER DEL SUR Y DE BUSCAR ESE SONIDO QUE NO SOLAMENTE VIVE DURANTE LOS CARNAVALES. POR ESO Y SOLO POR ESO, ESTA HISTORIA...

“... Aquellas murga tenían/ de los tambores los truenos/ que desde el bombo crecían/ con un batuque moreno...”
-¿ Cómo arranca el tema de la murga?
- Mira, creo que arranca desde que era pibe. Me deslumbré durante tres años. Fue suficiente y después, siempre apareció la murga. Cuando estaba en La Fuente, la música del grupo se nos mezclaba con músicas murgueras y la gente siempre terminaba bailando. Fue y es algo raro, pero siempre ahora que lo pienso, está presente.
- Después Coco, aparecerán los talleres en el Ricardo Rojas ¿Al principio que pasó?
El primero lo hicimos con Santillán, un antropólogo amigo y la invitación fue para las murgas y ahí nos dimos cuenta que sobre esto no había nada. Que había que hacerlo todo de nuevo. Era el año 89 y ese año lo utilicé para hacer un esbozo general de cómo encarar el tema e invitar a viejos murgueros, dominadores del arte callejero. Creo que había una convocatoria regular para el resto del público y cuando el tema empezó a entrar y la gente a darse cuenta de lo que sucedía en este espacio, fue creciendo. Cuando Los Quitapenas del Rojas, se hicieron firmes, eso terminó por ayudar definitivamente el proyecto. Este año, debutó otra murga “Los Traficantes de Matracas”, cada dos años más o menos, las murgas salen a la calle y comienzan a hacer su historia, a volar, lejos, con el corazón y copan las calles. De eso se trata, en parte la murga.
- Pero por ejemplo, viene alguien a tu taller y ¿Qué recibe?
- Mira básicamente, yo trabajo primero con lo histórico. Para mí es fundamental. Trabajo sobre la danza, sobre la creación del propio discurso, sobre le tema de la vestimenta. Es decir, yo con esto de los talleres aprendí a coser hasta las lentejuelas para el que quiera aprender. También viene docentes, para ampliar conceptos. La idea es que la gente puede tener elementos básicos o bien para apuntalar una agrupación en donde ta están o formar una propia.
“... Pintaría ese fuego sagrado/ que el murguista cobija en el alma/ que no es más que una hermosa locura/ de arabescos, sonidos y danzas...”
- Convengamos Coco, que hoy por hoy, las murgas son unas rarezas, algo pintoresco del recuerdo que se recuerda y punto...
- Creo que sí, pero por la experiencia reciente de estar tanto en el tema, me he dado cuenta que existe una realidad que se conecta con un imaginario afectivo, que la gente recuerda con cariño. Pero fijate estuve en Oruro y la asociación que nuclea a los murgueros tiene treinta y pico de años. En Uruguay, la entidad que los nuclea también. Algo pasó, en nuestra comunidad con las murgas. Eran fuertes, importantes y fueron durante años referentes importantes. Algo pasó que no lo logró. No quedan archivos, queda uno solo. El carnaval en esta ciudad no existe, no quedan rastros. Queda el vacío y es muy raro. No hay material grabado por ejemplo. Lo más increíble de todo esto es que quedan recuerdos fuertes, de generación en generación, pero no hay archivos formales. Pero creo que esto pasa con toda cultura popular, que resiste siempre y permanece, por eso es popular. Además y para colmo en la década del 70, desaparecen entre tantas cosas, los días feriados del carnaval. La gente no sabe cuando es carnaval. Pero lo que deberíamos hacer nosotros, es reconocer nuestra negación al festejo como comunidad.
- “... Se fueron yendo acusados de insolencia/ si se apagaron corridos a traición/ no nos rindamos ante la prepotencia/ hagamos nuestra el alma del murgón...”
- Ahora se sabe, es comprobable que cada barrio tenía su murga, su representante. Esto también se ha perdido, pero en el interior del país no, en Uruguay, Bolivia o Brasil, la cosa subsiste...
- Creo que la murga era un representante barrial. Hoy los barrios no existen mas como tales. Vos fijate que el gran problema que tiene las diez murgas que hay en esta ciudad es que no tienen ni lugar para ensayar. Esto también hace pensar en nuevos puntos de encuentro. Si antes fue la esquina, ahora bien podría ser un club, si antes fue un bar particular, hoy podría ser un centro cultural, barrial o lo que sea. Creo que hay que buscarle la vuelta.
- El encuentro supera todas las barreras...
- Y mira, si existen cien personas que una vez al año se encuentran, que hacen lo posible para hacerlo en medio de una época que marca todo lo contrario. Buscar la excusa, para estar juntos, para expresar sus cosas cuando la mayoría de la gente vivencia carnavales ajenos, porque no puede hacer uno chiquitito propio. Un disparate extraño, que como todo lo que impera hoy por hoy, es dios y patrón en el imaginario social.
“... Adiós, adiós se va el murgón/ con pena en el corazón./ Será cuestión de comenzar/ que cada uno eche a volar/ de nuevo su alegría...” ♫


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