Revista Flash
Año XIV- N° 704- página 32, 19 de noviembre de 1993
¿”Sonia Bragueti” nació en una murga?
La murga para muchos está muerta o en terapia intensiva. Para otros, la murga vuelve con todos para los próximos carnavales. Los detractores utilizan argumentos tan simples como efectivos: ¿saben los chicos de hoy que significa la palabra murga? No lo saben, así como tampoco se la utiliza más para determinar, como hace décadas, a un equipo de fútbol de bajo rendimiento. Si uno dijera “Boca es una murga”, por ejemplo, pecaría de antiguo o atrasado.
Gualberto Elio Romero (38), más conocido como “Coco Romero, conoce a fondo la tradición carnavalera porteña, su historia, vida y milagros. Alguna vez intentó formalizar la Federación de Murgas, reuniendo a más de 60 agrupaciones, pero factores irreconciliables terminaron con la idea.
Coco Romero pertenece al centro Cultural Ricardo Rojas, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, con la misión de difundir las agrupaciones carnavaleras: Un tema que conlleva la divulgación de aspectos de la vida ciudadana y su transformación a través de los tiempos.
Para él la murga está resurgiendo de las cenizas, recomponiendo susu fuerzas y de eso quiere hablar: “la murga es en realidad un fenómeno social que lleva unos cien años en sus espaldas. Para los que dudan de acertar en su significado, murga es conjunto de músicos callejeros que salen a cantar en los carnavales. Su razón de ser está en el Carnaval y forma parte del folklore de la ciudad. Acá en Buenos Aires fue perdiendo posiciones porque nunca se profesionalizó como el Uruguay o en Brasil, donde intervienen casi todos los segmentos de la sociedad, por lo que adquiere una fuerza única; son escuelas de samba que saben que le están bailando a medio planeta.
La agrupación que determina a la murga está estrechamente emparentada con la comparsa. Hay diferencias, claro está, esencialmente en lo que se refiere a los componentes: “La murga la componen entre 80 y 100 personas –aclara Romero- mientras que en la comparsa son más de 150. Pero existen otros aspectos que marcan el antagonismo; en la murga se usa levita, camisa blanca, moño, apliques de lentejuelas y zapatillas blancas. Además en lo musical es más rítmica, se apoya en el bombo y el platillo, más allá de los redoblantes y los silbatos. También tiene cancionero y teatralidad; en sus canciones hay critica social por lo que resulta un aspecto sumamente interesante. Entre los instrumentos se destaca el martillo, un elemento que se hizo característico del barrio de la Boca. En cambio la comparsa no tiene una vestimenta tradicional. Y en lo instrumental, además de los de percusión, se agregan instrumentos de viento. La temática de las canciones se refieren exclusivamente a lo sucedido durante el año en que sale a la calle”.
“Coco” Romero se presentó en octubre pasado en el Auditorio de Trabajadores del Estado (ATE) con singular éxito. Allí fue contundente para exponer su testimonio y el de sus invitados especiales, en el ciclo “Poetas y murgueros”. Allí se ofreció un excelente espectáculo de buenas canciones interpretando poemas de Javier Villafañe, Diana Bellessi, Juan Gelman, Raúl González Tuñón, Hector Negro y Alberto Muñoz.
Repertorio murguero que tiene netos condimentos de poesía ciudadana con la sonoridad característica de la murga porteña.
“EL TURCO”
“la murga ofrece en sus canciones una crítica social ligada al humorismo –explica Romero- y ello se vió últimamente en un corso de la Avenida de Mayo (hace dos años), cuando una agrupación de Palermo presentó un tema que decía: “Y como le gusta el baile/ a este Turco medio chanta/ casi siempre se disfraza/ y se va pá la bailanta. Lo vio Pocho la Pantera/ y se puso de la nuca/ dijo: este dio el indulto/ ahí esta el hijo de Cuca”. Allí se ve el ingenio popular metido en la murga y el carnaval.
Si bien no existe un padrón oficial que indique el número exacto de las murgas porteñas, se sabe que las más características son “Los Herederos de Palermo”, “Los Viciosos de Almagro”, “Los Fantoches de Almagro”, “Los Mocosos de Liniers”, “Los Caprichosos de Liniers”; “Los Ases de Villa Soldati”, “Los Reyes del Movimiento”; “Los Curdelas de Saavedra”; “Los Mimados de la Paternal” y “Los Amantes de la Boca”. Este tipo de agrupaciones tiene su estilo particular, bien diferenciado de las que se desarrollan en nuestro litoral, que tiene neta influencia brasileña, o las del norte, llenas de connotaciones del altiplano, susu entierros y desentierros del diablo y leyendas de la Pachamama.
“En las murgas porteñas siempre se utilizó el travesti –agrega Romero -, pero con la imagen típica que por ejemplo de Fontova y su Sonia Braguetti en el programa “Peor es nada”. Fontova es en realidad un verdadero personaje carnavalesco, disfrazado de mujer y con sus bigotes. Muchos se preguntan acerca de la participación de la mujer en las murgas y digo que la tradición indica que es bien machista. En general, las murgas estaban compuestas por hombres. Pero en los últimos tiempos la mujer participa más, y eso le da un colorido especial a la agrupación. Creo que esto tiene mucho que ver con la democracia, en donde todo el mundo debe participar de los hechos culturales”.
Durante los últimos gobiernos militares los carnavales fuero prohibidos. Seguramente buscando una manera de aplacar ánimos y evitar que murgas y comparsas hicieran oír susu voces impregnadas de amor y libertad. “Estamos trabajando para que en los próximos corsos estén todas las murgas en acción –finaliza diciendo “Coco” Romero- porque de alguna manera se va a recuperar la alegría barrial. En nuestro taller estamos formando una que se llama “Los Quitapenas del Rojas” casi un símbolo. Por eso digo que para este carnaval, la murga vuelve con todo...”.
Para él la murga está resurgiendo de las cenizas, recomponiendo susu fuerzas y de eso quiere hablar: “la murga es en realidad un fenómeno social que lleva unos cien años en sus espaldas. Para los que dudan de acertar en su significado, murga es conjunto de músicos callejeros que salen a cantar en los carnavales. Su razón de ser está en el Carnaval y forma parte del folklore de la ciudad. Acá en Buenos Aires fue perdiendo posiciones porque nunca se profesionalizó como el Uruguay o en Brasil, donde intervienen casi todos los segmentos de la sociedad, por lo que adquiere una fuerza única; son escuelas de samba que saben que le están bailando a medio planeta.
La agrupación que determina a la murga está estrechamente emparentada con la comparsa. Hay diferencias, claro está, esencialmente en lo que se refiere a los componentes: “La murga la componen entre 80 y 100 personas –aclara Romero- mientras que en la comparsa son más de 150. Pero existen otros aspectos que marcan el antagonismo; en la murga se usa levita, camisa blanca, moño, apliques de lentejuelas y zapatillas blancas. Además en lo musical es más rítmica, se apoya en el bombo y el platillo, más allá de los redoblantes y los silbatos. También tiene cancionero y teatralidad; en sus canciones hay critica social por lo que resulta un aspecto sumamente interesante. Entre los instrumentos se destaca el martillo, un elemento que se hizo característico del barrio de la Boca. En cambio la comparsa no tiene una vestimenta tradicional. Y en lo instrumental, además de los de percusión, se agregan instrumentos de viento. La temática de las canciones se refieren exclusivamente a lo sucedido durante el año en que sale a la calle”.
“Coco” Romero se presentó en octubre pasado en el Auditorio de Trabajadores del Estado (ATE) con singular éxito. Allí fue contundente para exponer su testimonio y el de sus invitados especiales, en el ciclo “Poetas y murgueros”. Allí se ofreció un excelente espectáculo de buenas canciones interpretando poemas de Javier Villafañe, Diana Bellessi, Juan Gelman, Raúl González Tuñón, Hector Negro y Alberto Muñoz.
Repertorio murguero que tiene netos condimentos de poesía ciudadana con la sonoridad característica de la murga porteña.
“EL TURCO”
“la murga ofrece en sus canciones una crítica social ligada al humorismo –explica Romero- y ello se vió últimamente en un corso de la Avenida de Mayo (hace dos años), cuando una agrupación de Palermo presentó un tema que decía: “Y como le gusta el baile/ a este Turco medio chanta/ casi siempre se disfraza/ y se va pá la bailanta. Lo vio Pocho la Pantera/ y se puso de la nuca/ dijo: este dio el indulto/ ahí esta el hijo de Cuca”. Allí se ve el ingenio popular metido en la murga y el carnaval.
Si bien no existe un padrón oficial que indique el número exacto de las murgas porteñas, se sabe que las más características son “Los Herederos de Palermo”, “Los Viciosos de Almagro”, “Los Fantoches de Almagro”, “Los Mocosos de Liniers”, “Los Caprichosos de Liniers”; “Los Ases de Villa Soldati”, “Los Reyes del Movimiento”; “Los Curdelas de Saavedra”; “Los Mimados de la Paternal” y “Los Amantes de la Boca”. Este tipo de agrupaciones tiene su estilo particular, bien diferenciado de las que se desarrollan en nuestro litoral, que tiene neta influencia brasileña, o las del norte, llenas de connotaciones del altiplano, susu entierros y desentierros del diablo y leyendas de la Pachamama.
“En las murgas porteñas siempre se utilizó el travesti –agrega Romero -, pero con la imagen típica que por ejemplo de Fontova y su Sonia Braguetti en el programa “Peor es nada”. Fontova es en realidad un verdadero personaje carnavalesco, disfrazado de mujer y con sus bigotes. Muchos se preguntan acerca de la participación de la mujer en las murgas y digo que la tradición indica que es bien machista. En general, las murgas estaban compuestas por hombres. Pero en los últimos tiempos la mujer participa más, y eso le da un colorido especial a la agrupación. Creo que esto tiene mucho que ver con la democracia, en donde todo el mundo debe participar de los hechos culturales”.
Durante los últimos gobiernos militares los carnavales fuero prohibidos. Seguramente buscando una manera de aplacar ánimos y evitar que murgas y comparsas hicieran oír susu voces impregnadas de amor y libertad. “Estamos trabajando para que en los próximos corsos estén todas las murgas en acción –finaliza diciendo “Coco” Romero- porque de alguna manera se va a recuperar la alegría barrial. En nuestro taller estamos formando una que se llama “Los Quitapenas del Rojas” casi un símbolo. Por eso digo que para este carnaval, la murga vuelve con todo...”.
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