miércoles, 12 de abril de 2023

1979. La Fuente y su melodía sin final por Claudio Kleiman


 

La Fuente y su melodía sin final 

por Claudio Kleiman

Tras la ausencia de siete meses de los escenarios de Capital. Retornó La Fuente en la sala F.E.C., reafirmando que son una de las promesas más atrayentes con que cuenta nuestra música. El grupo integrado por Coco y Uki (guitarras y voces), Andrés (flauta, piano, guitarra y voz,) y Onfel (percusión) desgranó a lo largo de dos horas intensas horas de música un repertorio done alternaron sus temas conocidos con algunos estrenos. Hay varias cosas que llaman la atención en la música de “la Fuente: el hermoso empaste que logra la combinación de los colores de voz de Coco y Uki, que ensamblan a la perfección, la lúcida poesía de sus letras, que sin perderse en delirios extraterrenos hablan con belleza y sencillez (y hasta cierta crudeza cuando es necesario de nuestros sentimientos y realidades cotidianas, el fluido desarrollo d de sus melodías y sobre todo, una identidad profundamente latinoamericana en su música, donde se hace realmente difícil rastrear influencias. No es “folklore-rock” o alguno de esos híbridos con los que se pretende a veces “inventar” una identidad.

Además, la Fuente sabe crear en sus presentaciones un clima de cosa cotidiana, una alegría que se evidenció sobre todo el final del recital donde temas “La verdad siempre vive escondida” (el ya clásico huaynito donde participaron como invitados dos músicos del norte en charango y quena) y “La Canción del operario” (con un ritmo de batucada bien brasilero y un estribillo tan contagioso que nadie pudo dejar de cantar) hizo que ninguno se quedara quieto en su butaca hasta que todo el teatro participó entusiasmado de esa camaradería bulliciosa y feliz. También sobresalieron las hermosas melodías de temas como “Melodía sin final”, “Es el otoño”, “Amigos” y “Dame algo de tu polen”, y el aliento de tono épico de “Réquiem para el imperio incaico”. Donde el dramatismo de la letra se vio realzada por la intervención de los dos músicos norteños en zampoña y charango. En fin, que solo cabe esperar que el agua de La Fuente siga brotando tan fresca como hasta ahora.

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