LA MURGA, RÍO SUBTERRÁNEO QUE DESBORDA
Nota de opinión de Coco Romero, músico, docente e investigador del carnaval que, a su vez, coordina el área Culturas Populares del Centro Cultural R. Rojas de la UBA, para la Revista Canto Maestro nº 11.
Carnaval toda la vida, murga por todos lados. Qué es esto? Este marzo dos mil uno me trae algunos recuerdos, tiempos oscuros y claros en la memoria. Momentos emblemáticos, fuertes en la creación de esta gran murga que hoy está presente.
La murga es de todos y no tiene dueño. Cruzó la oscuridad de la dictadura, cruza ahora la dictadura del dinero y la cultura espectáculo, léase actos multitudinarios para funcionarios de turno que muestran la convocatoria de gente como el cazador muestra su trofeo, una cabeza embalsamada. En la última década pocos son los que intentaron hacer otra cosa, desde el poder. El decreto 21329 del año 76 de la Junta Militar borró del calendario la fecha del carnaval sin embargo las murgas existentes en este tiempo en su mayoría se las ingeniaron para seguir saliendo. Resistiendo, mantuvieron el fueguito encendido con sus recitados y canciones y la vital y arrolladora energía de la danza. El baile tribal de la murga permitió un discurso corporal único, eléctrico, cautivante y atrapador de las próximas generaciones. Patadas, tres saltos, piruetas alocadas excesivas y derrochando energía. Una lectura desde la desestructuración. Bronca, desahogo. Danza primitiva, danza que saca el veneno bailando.
Energetizado por ese baile colectivo algunos barrios de la ciudad mantuvieron latente su cantar y decir, y el conurbano con sus murgas y comparsas pusieron en los tiempos más oscuros sus cuerpos. No tocaban sus bombos cuando iban de un lado a otro, andaban en silencio, tocaban dentro del lugar establecido, en su mayoría clubes de barrio. Lo predominante del discurso de los artistas del carnaval era divertirse y divertir. Alegrar para no entristecer. Y aguantar porque esta es la que nos tocó. En esta tierra nacimos. De ese modo siguieron con la tradición murguera de décadas pasadas, como algo natural. Un aporte a veces olvidado fue que las murgas y comparsas del conurbano, fueron determinantes en la participación de los festejos de Momo en las décadas del setenta y ochenta. Hacer el aguante para que la murga crezca, sin proponérselo, solo haciendo.
También existían en ese tiempo expresiones parecidas en el rock nacional, pequeños recitales donde la juventud se reunía bajo el régimen y compartía ideales. Se incursionaba en la estética murguera sin una conexión con esas murgas barriales con tradición (por la lógica de espacios distintos) pero si que acontecían en el mismo tiempo. Remarco el tema de los espacios que no se encontraban, eran otras frecuencias, otros gustos y músicas. Otros sectores de la sociedad. Pero una realidad común, resistir como se podía el estado autoritario. Uno de esos lugares durante buena parte del proceso militar fueron los recitales donde actúo "La Fuente", grupo perteneciente a la fusión del rock y folklore norteño la gente terminaba bailando un huayno (música del norte) o murga, tal es así que naturalmente un grupo de jóvenes formó la murga espontánea que seguía al grupo en todas las presentaciones en el período histórico 78 al 83.
En los primeros años de los 70 los espacios públicos eran tomados por los jóvenes a través de la poesía, guitarras, otras vestimentas, plástica, teatro, encuentros en los parques que permitían soñar, un especie de carnaval subterráneo que cruzaba la década de violencia. Un carnaval ambulante, sin corso establecido que se armaba en cualquier plaza.
Canciones, publicaciones hechas a pulmón a mimeógrafo, compartir una ronda con acordes de algún instrumento escuchando algún juglar urbano.La murga y el rock fueron ríos subterráneos con sus propios rituales, que durante la dictadura generaron un espacio de resistencia y contracultura a través de la fiesta del encuentro y las disciplinas del arte, y que en los años democráticos crecen se desarrollan y buscan su identidad. Los Redondos por esa época eran un grupo referencial de aquella agitada movida. El músico Alejandro del Prado con su bombo cantando "La Murguita de Villa Real" o "La Fuente" compartiendo un tema con "Los Funebreros de San Martín", murga fuerte del conurbano porteño. No olvido el canto popular uruguayo a través de grupos como "Rumbos" o "Los que Iban cantando" que visitaban nuestra ciudad contando la épica del mundo carnavalero de la vecina orilla de otra manera. Canciones fuertes como una murga, que hablaban de ella con la pasión de un murguero más.Durante el año 83 en la tercera edición de Teatro Abierto después del incendio intencional del Teatro del Picadero por manos de personajes siniestros se organizó un cortejo carnavalesco teatral que convocó a murgas, músicos, teatreros, titiriteros, bailarines, escuelas de arte, todos bajo la consigna de la Quema de la Censura en un espacio público. El desfile se desarrolló en el mes de la primavera se recogieron simbólicamente las llamas del teatro con un único cartel "Teatro Abierto 83". Marcharon, murgas de la Paternal, Saavedra, Boulogne, Laferrere, Por la Vuelta, y los grupos Teatro Fantástico, San Pedro Telmo, Agrupación de Estudiantes de Teatro, La Asociación Argentina de Actores y de titiriteros. Se bailaba murga y chacareras o se actuaba en cada esquina. Disfraces, personajes teatrales, animales, seres fantásticos. Se realizó una marcha hacia Parque Lezama donde se quemó a Doña Censura al ritmo de bombos y platillos. En lo personal fue una de las visiones que alumbró el proyecto que se gestaría años después, en el Rojas a través de los talleres. La murga tradicional se mantuvo latiendo en lo artístico y valorizo el hecho social de este fenómeno. Años después ya en tiempo democrático ATC (hoy Canal 7) emitió un video dirigido por Eduardo Mignogna "Mocosos y Chiflados". Este material provocó tal revuelo que desataría en los primeros años de la democracia un antecedente interesante. Una bisagra en el género. La murga en primer plano como protagonista de una zaga que solo brillaba en algunos barrios, brilló en todo el país a través de la imagen televisiva. Los murgueros con sus memorias, cantando y contando su vida poblaron el imaginario y dieron rienda suelta a la fantasía. La escena final del video muestra el baile de los murgueros protagonistas: Tarantela, Lauchín y el Tano Carmelo en la vereda del Teatro Colón, mostrando nuestra aldea en ese cruce de la cultura popular y lo culto.
La recuperación de la democracia trae naturalmente asociaciones distintas. Ha unido estos ríos potentes, que reelaboran lo propio. Puesta en escena evidente es la recuperación de los parches, liberación del cuerpo a través de la danza, el bombo con platillo como un vehículo de expresión no sólo como signo de marchas políticas, El bombo como instrumento de la selva de cemento. La participación activa de la mujer, primero con la apropiación del baile masculino y del disfraz (levita) y ahora como una protagonista indiscutida de esta etapa histórica de la murga .
Lo simbólico de esta situación es que el carnaval fue negado en el calendario por la Junta Militar y la Democracia no le restituyó su lugar, sin embargo a pesar de todo, el movimiento murgueril- carnavalesco urbano es masivo y participativo. Crece sin apoyo real (hay una salvedad que es la Ciudad Autónoma, que por una ordenanza las agrupaciones son Patrimonio Cultural, esto equivale a un presupuesto que ha permitido armar una buena cantidad de corsos) alternativa impensada en el interior del país que sólo crecen con el entusiasmo que ponen sus integrantes. Para nosotros lo mejor es seguir trabajando con y en libertad. Balancear las energías, apostando al crecimiento personal y colectivo. La resistencia en la gran murga ocupó buena parte de su vida, su corazón lo sabe, la posta se sigue transmitiendo en las ciudades a través de los murgueros, mascaritas a caballo en el campo, diablos en las montañas, comparsas en todo el país. Hoy la consigna es cultivar lo propio recuperar la memoria de las agrupaciones tradicionales y la de nuestros carnavales, los antecedentes remontan a un tiempo histórico importante. Mejor que una buena fotocopia es el original, y además Quién levantará los estandartes caídos? Quién cantará las voces de nuestras agrupaciones? si no nosotros Quién lo hará? recuperemos nuestras derrotas y logros. Que estos espacios se conviertan en usinas de creatividad, canto y poesía, ritmo y baile de lo propio. Signos que vienen gestándose en el mundo paralelo. En esos ríos subterráneos. Y suben cada tanto a la superficie y se hacen cuerpo y alma, desbordando.
En tiempos democráticos reconstruir la memoria es un camino, la historia sensible de nuestro pueblo, el respeto a los nuevos espacios. La cultura se hace de abajo hacia arriba, aunque los iluminados de turno piensen lo contrario. Ganar las calles, las voces, palabra y pensamiento, juntar la cabeza y el corazón. Y que los años venideros nos encuentren cultivando nuestra tierra. Está todo por hacerse. Viva la murga viva, viva.Ante la adversidad nuevos ríos alimentarán estos sueños y desbordarán cuando sea necesario.
Establecimiento de días feriados y no laborables en todo el territorio de la Nación.
Buenos Aires, 9 de junio de 1976.
En uso de las atribuciones conferidas por el artículo 5to del Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional, el presidente de la Nación Argentina SANCIONA Y PROMULGA CON FUERZA DE LEY:
Artículo 1ro.- Establécese como días feriados y no laborables en todo el territorio de la Nación los siguientes:
Feriados nacionales: 1ro. de enero, Viernes Santo, 1ro. de mayo, 25 de mayo, 20 de junio, 9 de julio, 17 de agosto, 25 de diciembre.
No laborables: Jueves Santo, 8 de diciembre.
Artículo 2do - Déjanse sin efecto las disposiciones de los estatutos profesionales o de las convenciones colectivas de trabajo por las que se instituyan otros feriados o días no laborables que los señalados en el
artículo 1ro., o que establezcan la obligación del pago de remuneraciones con motivo de determinadas celebraciones o festejos, cuando durante esos días no se presten servicios.
Art. 3ro. - Derógase el artículo 1ro. del decreto ley 2.446/56.
Art. 4to. - Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese.Videla Julio - Juan Bardi - Albano E. Harguindeguy
Texto Original del Decreto Ley 2.446/56
Régimen de feriados nacionales y no laborables.
Art. 1ro - Son días feriados nacionales los siguientes: 1ro. de mayo, 25 de mayo, 20 de junio, 9 de julio, 17 de agosto y 25 de diciembre.
Son días no laborables los siguientes: 1ro. de enero, 6 de enero, lunes y martes de Carnaval, jueves Santo, Viernes Santo, Corpus Christi, 15 de agosto, 1ro. de noviembre y 8 de diciembre.
La murga es de todos y no tiene dueño. Cruzó la oscuridad de la dictadura, cruza ahora la dictadura del dinero y la cultura espectáculo, léase actos multitudinarios para funcionarios de turno que muestran la convocatoria de gente como el cazador muestra su trofeo, una cabeza embalsamada. En la última década pocos son los que intentaron hacer otra cosa, desde el poder. El decreto 21329 del año 76 de la Junta Militar borró del calendario la fecha del carnaval sin embargo las murgas existentes en este tiempo en su mayoría se las ingeniaron para seguir saliendo. Resistiendo, mantuvieron el fueguito encendido con sus recitados y canciones y la vital y arrolladora energía de la danza. El baile tribal de la murga permitió un discurso corporal único, eléctrico, cautivante y atrapador de las próximas generaciones. Patadas, tres saltos, piruetas alocadas excesivas y derrochando energía. Una lectura desde la desestructuración. Bronca, desahogo. Danza primitiva, danza que saca el veneno bailando.
Energetizado por ese baile colectivo algunos barrios de la ciudad mantuvieron latente su cantar y decir, y el conurbano con sus murgas y comparsas pusieron en los tiempos más oscuros sus cuerpos. No tocaban sus bombos cuando iban de un lado a otro, andaban en silencio, tocaban dentro del lugar establecido, en su mayoría clubes de barrio. Lo predominante del discurso de los artistas del carnaval era divertirse y divertir. Alegrar para no entristecer. Y aguantar porque esta es la que nos tocó. En esta tierra nacimos. De ese modo siguieron con la tradición murguera de décadas pasadas, como algo natural. Un aporte a veces olvidado fue que las murgas y comparsas del conurbano, fueron determinantes en la participación de los festejos de Momo en las décadas del setenta y ochenta. Hacer el aguante para que la murga crezca, sin proponérselo, solo haciendo.
También existían en ese tiempo expresiones parecidas en el rock nacional, pequeños recitales donde la juventud se reunía bajo el régimen y compartía ideales. Se incursionaba en la estética murguera sin una conexión con esas murgas barriales con tradición (por la lógica de espacios distintos) pero si que acontecían en el mismo tiempo. Remarco el tema de los espacios que no se encontraban, eran otras frecuencias, otros gustos y músicas. Otros sectores de la sociedad. Pero una realidad común, resistir como se podía el estado autoritario. Uno de esos lugares durante buena parte del proceso militar fueron los recitales donde actúo "La Fuente", grupo perteneciente a la fusión del rock y folklore norteño la gente terminaba bailando un huayno (música del norte) o murga, tal es así que naturalmente un grupo de jóvenes formó la murga espontánea que seguía al grupo en todas las presentaciones en el período histórico 78 al 83.
En los primeros años de los 70 los espacios públicos eran tomados por los jóvenes a través de la poesía, guitarras, otras vestimentas, plástica, teatro, encuentros en los parques que permitían soñar, un especie de carnaval subterráneo que cruzaba la década de violencia. Un carnaval ambulante, sin corso establecido que se armaba en cualquier plaza.
Canciones, publicaciones hechas a pulmón a mimeógrafo, compartir una ronda con acordes de algún instrumento escuchando algún juglar urbano.La murga y el rock fueron ríos subterráneos con sus propios rituales, que durante la dictadura generaron un espacio de resistencia y contracultura a través de la fiesta del encuentro y las disciplinas del arte, y que en los años democráticos crecen se desarrollan y buscan su identidad. Los Redondos por esa época eran un grupo referencial de aquella agitada movida. El músico Alejandro del Prado con su bombo cantando "La Murguita de Villa Real" o "La Fuente" compartiendo un tema con "Los Funebreros de San Martín", murga fuerte del conurbano porteño. No olvido el canto popular uruguayo a través de grupos como "Rumbos" o "Los que Iban cantando" que visitaban nuestra ciudad contando la épica del mundo carnavalero de la vecina orilla de otra manera. Canciones fuertes como una murga, que hablaban de ella con la pasión de un murguero más.Durante el año 83 en la tercera edición de Teatro Abierto después del incendio intencional del Teatro del Picadero por manos de personajes siniestros se organizó un cortejo carnavalesco teatral que convocó a murgas, músicos, teatreros, titiriteros, bailarines, escuelas de arte, todos bajo la consigna de la Quema de la Censura en un espacio público. El desfile se desarrolló en el mes de la primavera se recogieron simbólicamente las llamas del teatro con un único cartel "Teatro Abierto 83". Marcharon, murgas de la Paternal, Saavedra, Boulogne, Laferrere, Por la Vuelta, y los grupos Teatro Fantástico, San Pedro Telmo, Agrupación de Estudiantes de Teatro, La Asociación Argentina de Actores y de titiriteros. Se bailaba murga y chacareras o se actuaba en cada esquina. Disfraces, personajes teatrales, animales, seres fantásticos. Se realizó una marcha hacia Parque Lezama donde se quemó a Doña Censura al ritmo de bombos y platillos. En lo personal fue una de las visiones que alumbró el proyecto que se gestaría años después, en el Rojas a través de los talleres. La murga tradicional se mantuvo latiendo en lo artístico y valorizo el hecho social de este fenómeno. Años después ya en tiempo democrático ATC (hoy Canal 7) emitió un video dirigido por Eduardo Mignogna "Mocosos y Chiflados". Este material provocó tal revuelo que desataría en los primeros años de la democracia un antecedente interesante. Una bisagra en el género. La murga en primer plano como protagonista de una zaga que solo brillaba en algunos barrios, brilló en todo el país a través de la imagen televisiva. Los murgueros con sus memorias, cantando y contando su vida poblaron el imaginario y dieron rienda suelta a la fantasía. La escena final del video muestra el baile de los murgueros protagonistas: Tarantela, Lauchín y el Tano Carmelo en la vereda del Teatro Colón, mostrando nuestra aldea en ese cruce de la cultura popular y lo culto.
La recuperación de la democracia trae naturalmente asociaciones distintas. Ha unido estos ríos potentes, que reelaboran lo propio. Puesta en escena evidente es la recuperación de los parches, liberación del cuerpo a través de la danza, el bombo con platillo como un vehículo de expresión no sólo como signo de marchas políticas, El bombo como instrumento de la selva de cemento. La participación activa de la mujer, primero con la apropiación del baile masculino y del disfraz (levita) y ahora como una protagonista indiscutida de esta etapa histórica de la murga .
Lo simbólico de esta situación es que el carnaval fue negado en el calendario por la Junta Militar y la Democracia no le restituyó su lugar, sin embargo a pesar de todo, el movimiento murgueril- carnavalesco urbano es masivo y participativo. Crece sin apoyo real (hay una salvedad que es la Ciudad Autónoma, que por una ordenanza las agrupaciones son Patrimonio Cultural, esto equivale a un presupuesto que ha permitido armar una buena cantidad de corsos) alternativa impensada en el interior del país que sólo crecen con el entusiasmo que ponen sus integrantes. Para nosotros lo mejor es seguir trabajando con y en libertad. Balancear las energías, apostando al crecimiento personal y colectivo. La resistencia en la gran murga ocupó buena parte de su vida, su corazón lo sabe, la posta se sigue transmitiendo en las ciudades a través de los murgueros, mascaritas a caballo en el campo, diablos en las montañas, comparsas en todo el país. Hoy la consigna es cultivar lo propio recuperar la memoria de las agrupaciones tradicionales y la de nuestros carnavales, los antecedentes remontan a un tiempo histórico importante. Mejor que una buena fotocopia es el original, y además Quién levantará los estandartes caídos? Quién cantará las voces de nuestras agrupaciones? si no nosotros Quién lo hará? recuperemos nuestras derrotas y logros. Que estos espacios se conviertan en usinas de creatividad, canto y poesía, ritmo y baile de lo propio. Signos que vienen gestándose en el mundo paralelo. En esos ríos subterráneos. Y suben cada tanto a la superficie y se hacen cuerpo y alma, desbordando.
En tiempos democráticos reconstruir la memoria es un camino, la historia sensible de nuestro pueblo, el respeto a los nuevos espacios. La cultura se hace de abajo hacia arriba, aunque los iluminados de turno piensen lo contrario. Ganar las calles, las voces, palabra y pensamiento, juntar la cabeza y el corazón. Y que los años venideros nos encuentren cultivando nuestra tierra. Está todo por hacerse. Viva la murga viva, viva.Ante la adversidad nuevos ríos alimentarán estos sueños y desbordarán cuando sea necesario.
DECRETO 21329
Derogación del Decreto 21.329 - Año 1976Establecimiento de días feriados y no laborables en todo el territorio de la Nación.
Buenos Aires, 9 de junio de 1976.
En uso de las atribuciones conferidas por el artículo 5to del Estatuto para el Proceso de Reorganización Nacional, el presidente de la Nación Argentina SANCIONA Y PROMULGA CON FUERZA DE LEY:
Artículo 1ro.- Establécese como días feriados y no laborables en todo el territorio de la Nación los siguientes:
Feriados nacionales: 1ro. de enero, Viernes Santo, 1ro. de mayo, 25 de mayo, 20 de junio, 9 de julio, 17 de agosto, 25 de diciembre.
No laborables: Jueves Santo, 8 de diciembre.
Artículo 2do - Déjanse sin efecto las disposiciones de los estatutos profesionales o de las convenciones colectivas de trabajo por las que se instituyan otros feriados o días no laborables que los señalados en el
artículo 1ro., o que establezcan la obligación del pago de remuneraciones con motivo de determinadas celebraciones o festejos, cuando durante esos días no se presten servicios.
Art. 3ro. - Derógase el artículo 1ro. del decreto ley 2.446/56.
Art. 4to. - Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese.Videla Julio - Juan Bardi - Albano E. Harguindeguy
Texto Original del Decreto Ley 2.446/56
Régimen de feriados nacionales y no laborables.
Art. 1ro - Son días feriados nacionales los siguientes: 1ro. de mayo, 25 de mayo, 20 de junio, 9 de julio, 17 de agosto y 25 de diciembre.
Son días no laborables los siguientes: 1ro. de enero, 6 de enero, lunes y martes de Carnaval, jueves Santo, Viernes Santo, Corpus Christi, 15 de agosto, 1ro. de noviembre y 8 de diciembre.
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