Murgas: LO QUE DEJÓ EL CARNAVAL
Marzo 1996
Espíritus
inquietos, locos torbellinos y expresiones grotescas, con alma de niño, danzan
infatigables en una dislocada procesión del carnaval, donde brillan las murgas.
Desasosegados entre humos de chorizos, papel picado y nieve en aerosol, a todo
“Pito,
Matraca
y bombo”. Los acalambrados de las Patas .Los Fantoches de San Cristóbal. Los
Quita-Pena, y los Cometas de Boedo… entre un número creciente y
variopinto de agrupaciones carnavaleras, “ganan” las calles con la sed de
divertir y divertirse.
Porque la murga es un lugar de creación, donde
convienen los colores, las formas, la tradición y el corazón del barrio. Como
materializa en palabras Enrique González
Tuñón en su libro “Tangos” (1920) “Apareció en el suburbio vestida de arpillera, constituida por los herederos del compadraje, le salió al encuentro
redoblando en las latas vacías una copla picaresca aprendida en el baldío…”
Y en aquellas ocasiones muy especiales, remontándonos
al 1600, en alguna fiesta de su majestad o al momento histórico que coincidía
con la llegada de algún adelanto de nuestras tierras, los nobles señores se
reunían a festejar al aire libre junto a la negrada, los artistas de piel betún
que nos dejaron el candombe. El show del bombo y las contorsiones se
enriquecieron con la llegada del carnaval de rondallas y orfeones, de la mano
de los franceses y españoles. La inmigración italiana aporto el “pepperoni” que los caracteriza, desde
los hacinados conventillos.
“En 1880, el festejo callejero-dispara Coco Romero… murguero, docente e
investigador del tema-“era patrocinado
por la clase acomodada. En la periferia de esos corsos aristocráticos comienzan
a crecer los murguistas. Los chicos creaban instrumentos con latas, cacerolas,
tachos y elementos que permitieran hacer ruidos. Con trajes de arpilleras,
levita y estandarte parodiaban a los músicos. Como cierre pasaban “el platito”
antes los espectadores ocasionales en busca de una moneda.
En estas
“fiestas paganas” de reunión familiar, desfilan hormigueantes.”La novia embarazada”,”El pelado”, El rengo”,”El narigón”,”El gran panzón”, y “El enano”, personajes irremplazables que
caricaturizan los defectos del barrio. Osos Carolinas, negros candomberos
tiznados con corchos ahumados y setenta músicos pasean la alegría con chispa
contagiosa, completando las vertebras de la columna bullanguera…
-Porque la
cabeza de toda murga es el director-expresa Inocencio Díaz”, El Mono de Pompeya-. La organización es orquestal, el manejo los tiempos,
es el encargado de decir los versos a continuación de los estribillos”. En “Los Amantes del Bodegón”, Los Milicianos”,”Quebracho
con sus muchachos”, y en “Los Toripajas”, el Mono gritaba a viva voz sus picardías;
”Todas mis críticas-asegura
Don Inocencio… satirizaban los acontecimientos que habían tenido resonancia
durante el año, ya sea de la faz política o social. Las coplas deben tener un
doble sentido, esa picardía que nació en el teatro de revista, en el cual el
publico tenía que poner su imaginación
para interpretar lo que se decía”.
Momo, el auténtico y único dios de
la risa y la burla, hijo del sueño y de la noche, debe hacer uso de su
principal astucia para conservar su milenaria vida. El rey del carnaval alimenta
el fuego sagrado en el norte, el Litoral, en General Villegas, en bailes, en
aniversarios, en reuniones, en corsitos humildes o en discotecas de la “high”
sociedad. Algazaras de la serpentina, la palabra y el refranero popular pulsean
con las fiestas de”Hallowen” que se enquistaron en los shoppings.
“Porque los días
de Carnaval desaparecieron del calendario en el año 1976 sentencia Coco Romero-.La fiesta fue censurada
mediante el Decreto 21.329.La dictadura se encargo de borrar la calle del mapa.
Desde entonces, en los años que van de democracia, no se les ha devuelto ni
siquiera una mirada o la figuración simbólica de este espacio del imaginario de
la ciudad. El carnaval esta desarticulado y pasa desapercibido para la
población.
En cualquier
país, la comunidad y el Estado se hacen cargo de esta celebración del pueblo.
En Uruguay, por ejemplo, los murgueros tienen obra social y sindicato. En
Brasil son un gran negocio y llegan a todo el mundo. Acá se trabaja todo a
pulmón, sangre y voluntad, ¡Cosemos
nuestras propias lentejuelas…! Sueño con el nuevo carnaval, el que la
gente vaya a ver y se deslumbre con las propuestas, con la magia”.
Resulta
imposible y no es natural disociar a la murga del carnaval, porque como
aseguran los especialistas, la murga vive en el carnaval y no hay carnaval sin
murga. Todos “baten” el parche…
Entre lanzallamas, funebreros que agitan sus cajones y
bombos con platillos la “nueva sangre” murguera crece entre los cambios
edilicios, las “mudas de piel” y las últimas
opciones de diversión.
“Pasión Quemera”- Es una de las agrupaciones
más reciente, un centro Murga formado en el barrio
” Las Ranas de Parque Patricio”
“Solo uno de los
integrantes-sostienen “los albirrojos”-tenía
experiencia anterior en murga; el resto la fuimos adquiriendo a través del
laburo, los ensayos, y porque negarlo, al ver a otros que ya hace tiempo fueron
abriendo camino”. Alentados por el estimulo incesante de los vecinos, “Pasión Quemera” es una semillas más
fértiles que Momo plantó en sus
tierras…
“Nuestra
realidad-agregan los movedizos-es que seguimos ensayando los miércoles y
domingo, religiosamente, utilizando los restantes
días de la semana para hacernos apliques, componer criticas, sacar nuevos
ritmos con los bombos y practicar pasos nuevos. Por supuesto que hay algunos
que trabajan y estudian, porque no solo de murga vive el hombre”…
Si no existe como tal, el carnaval se filtra como puede
en nuevos ámbitos de la cultura popular. Los espacios se carnavalizan.
Recordemos las inolvidables atracadas (cambiar las letras de las canciones,
respetando la música original) que insertaba Tato Bores en sus
programas, reciclando un habito murguero de la década de oro (los años “50”).O Horacio Fontova dando vida a Sonia Braguetti,
un disfraz histórico, infaltable en todo corso. Otro indicador es la tribuna de
Nico, con bombo y platillos, seleccionando “pelados” y convocando a
disfrazados.
El futbol, también, cuenta con sus caras pintadas, los
silbatos, los bombos y las coreografías pintorescas. Y para finalizar con los
señalamientos murgueros, el grupo de rock Divididos invito al centro murga” Yo lo vi” a sus presentaciones en Obras,
hecho a considerar junto a los Auténticos
Decadentes, autodenominados como “una murga eléctrica”. Incentivados por el
crecimiento de la “movida”. Los murgueros reclaman: “Momo volvé, nosotros te queremos”
Eduardo Elías Ziede
Fotos Puga Lareo
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