miércoles, 21 de octubre de 2020

2004. TELAM. Coco Romero editó disco con coro murguero La Matraca por Pedro Moujan

Coco Romero editó disco con coro murguero 
La Matraca

Buenos Aires, 14 de marzo (Télam, por Pedro Fernández Mouján).
El músico, compositor y cantante Coco Romero, figura central en el reverdecer murguístico que experimenta en la actualidad la ciudad de Buenos Aires, acaba de editar "Pacha Momo", un disco en el que junto al coro La Matraca recorre parte del cancionero carnavalero de los últimos 70 años y, al mismo tiempo, apunta a poner otra vez a la armonía en el centro del escenario murguero.



MURGAS-DISCO
COCO ROMERO EDITO DISCO CON CORO MURGUERO "LA MATRACA"
Buenos Aires, 14 de marzo 2004 (Télam, por Pedro Fernández Mouján).

- El músico, compositor y cantante Coco Romero, figura central en el reverdecer murguístico que experimenta en la actualidad la ciudad de Buenos Aires, acaba de editar "Pacha
Momo", un disco en el que junto al coro La Matraca recorre parte del cancionero carnavalero de los últimos 70 años y, al mismo tiempo, apunta a poner otra vez a la armonía en el centro del escenario murguero.
"Por algún motivo todo este resurgimiento murguístico no reparó todavía en la armonía. A partir de la década del 40 en los carnavales de la ciudad pasa a tener una importancia muy fuerte el cantor solista, que se vincula con la preminencia que adquiere el tango, y se desechan otro tipo de expresiones como los orfeones y las rondallas, que eran grupos de coros populares, con 30 a 40 integrantes", aseguró Romero en entrevista con Télam.
El músico, que anteriormente editó "Murga, vuelo brujo" y "La sopa de Solís", es uno de los principales artífices del resurgimiento del carnaval porteño, a partir del trabajo que comenzó a desarrollar en el Centro Cultural Rojas a fines de los 80, con los primeros talleres de murgas, en un momento en que estas agrupaciones languidecían entre el olvido social y sus propias limitaciones.
El trabajo de Romero, que comenzó un rescate histórico del carnaval porteño y reagrupó a los viejos murgueros, fue el puntapié inicial para el resurgimiento de estas agrupaciones barriales de arte callejero, al tiempo que tuvo como efectos apuntalar el desarrollo artístico de las mismas y que trajo también, en consonancia con los tiempos democráticos, la incorporación de la mujer y la clase media al universo murguero.
"En la década del 30 la cuestión armónica era central en los carnavales porteños pero con la aparición del solista y el progresivo apartamiento de los músicos del canto de la barriada se pierde esta característica y se llega a establecer el absurdo de que el canto murguero es solamente solista y que el coro tiene que ser desafinado", sostuvo el músico.
Romero agregó que "me pareció importante rescatar esta línea que se perdió en el tiempo, porque la estructura musical de la murga mantuvo la melodía y el ritmo pero la armonía es como que fue desplazada, generándose un proceso en el que se enriqueció la
danza a niveles increíbles pero se perdió esta característica del canto coral armónico, que me parece que ya es tiempo de recuperar".
"Pacha Momo", el disco que acaba de editar, integra canciones históricas del carnaval porteño como "Verdurita" y "Fútbol argentino" de la década de 1950 o la retirada del cantor y compositor de tango Eduardo Marvezzi ("Antiguo reloj de cobre")
"Coplas y flores" de 1938, junto con creaciones más recientes como "Piantados de remate", de la década de 1990 y temas propios como "Llegó el murgón" y "Banderín sentimental".
"Yo estoy confiado en que en esta ciudad hay un folclore todavía no cantado que es absolutamente potente, con un sonido, un clima y unas características propias muy particulares y ese el guiño que yo hago en este disco desde el canto coral, colectivo,
con una estructura armónica sencilla y donde resalta el propio peso de la canción", remarcó el músico que, además, es director de la publicación "El Corsito", desde hace una década. "En 'Pacha Momo' elegí un clima desde la armonía vocal, el rescate de la guitarra criolla que está ligada a nuestro folclore desde siempre, el bombo con platillo crudo (no templado) propio de la murga y que tiene una rusticidad muy interesante porque es un sonido que no permite afinación y entonces anda deambulando como
un animal salvaje sobre las notas, además de meter mandolina, que tuvo importancia en los carnavales hasta los 40, junto con el bandoneón y la armónica, buscando esta sonoridad propia", destacó Romero.
Finalmente, y refiriéndose a la posibilidad de urdir un entramado que vincule a la murga con el canto popular, Romero sostuvo que "quizás se está dando un proceso más retardado de lo que sucedió en otros países como Uruguay, donde la relación que se
da entre la murga y el canto popular en la década del 60 florece una década después con las canciones de Jaime Roos desde el exilio".
"Creo que estos cruces en la Argentina recién están despuntando ahora, donde comienza a aparecer un lenguaje propio de los músicos jóvenes que son hijos de lo que aconteció con la murga porteña en los últimos 10 años y donde se vislumbra un respeto y un vínculo afectivo a partir del cual se empieza a tomar a la murga como una rítmica y una estética desde la que se puede construir", concluyó. (Télam).-

No hay comentarios:

Publicar un comentario